SANTIAGO, República Dominicana.- Cada vez que logro presenciar un nuevo día, cada vez más agradezco a Dios por eso.
Cada vez que contemplo mi esposa, mi hijo, mis amigos, mi profesión, el trabajo que realizo y mis hermanos y hermanas, agradezco a Dios por eso.
Y mientras veo por un lado, niños, jóvenes y adultos pedigüeños en las calles, y por el otro lado, personas enriqueciéndose a base del sacrificio de los demás, pido al Señor Jesús porque esa realidad algún día cambie, no sólo en nuestra República Dominicana, sino en aquellos países donde el que tiene más lo quiere todo y donde el que desea algo no tiene nada.
A mi Dios, dueño del oro y la plata, a mi Dios, dueño del mundo, creador del cielo y de la tierra, de los hombres y mujeres, y todo ser viviente en el universo, en él confío para que vivamos en una sociedad con más justicia social, con menos hipocresía y más amor al prójimo.
Un consejo
Además de bendecid y agradecer a Jesucristo por el pan que nos da cada día, también pidámosle que consagre a quien lo facilita y provea a aquellos que todavía no lo tienen.
Amén.
...Bendiciones a todos y todas.
El autor es periodista, egresado de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), miembro del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), y directivo de la filial Santiago del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), corresponsal del periódico HOY en la ciudad de Santiago de los Caballeros y, además, un nuevo creyente en la Palabra de Dios, en sus obras y en sus promesas.
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