La parroquia Santiago Apóstol estaría a punto de cerrar por falta de feligreses y de ingresos para cubrir los gastos de funcionamiento, según lo anunció este domingo el párroco, Ricardo Santelises Pellerano.
El sacerdote hizo el anuncio en un dramático sermón durante la misa dominical, en la que advirtió que los participantes no eran residentes en el perímetro de su parroquia, sino “son visitantes pasajeros que vienen aquí solo a bautizar a niños”.
“Ya se lo dije al arzobispo de la arquidiócesis, cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, aquí habrá que cerrar por falta de gente”, dijo Santelises, quien reveló además que en su parroquia no se oficia la santa misa de lunes a sábado porque no acude nadie a la misma.
La Santiago Apóstol tiene su sede en la avenida México, Gazcue, en medio de edificios de oficinas públicas y a poca distancia de la parroquia San Juan Bosco, en el sector del mismo nombre, y la Iglesia San Antonio, en la calle José Joaquín Pérez, también en Gazcue.
Santelises, que fuera sacerdote de gran notoriedad en el pasado reciente, lleva 44 años en la citada demarcación eclesiástica, detalló persistentemente los gastos parroquiales y estimó en 180 mil pesos la suma necesaria para el funcionamiento de la misma: “pero no hay ni para pagar el teléfono”.
Declaró que cubre sus gastos de subsistencia con una pensión de capellán retirado de la Policía Nacional, con rango de coronel, además de bienes familiares. “Aquí hay bancos porque los regaló mi primo Máximo Pellerano Romano”, dijo.
Agregó que la iglesia tiene luz eléctrica, incluido aire acondicionado, porque es la luz del hospital maternidad de Nuestra Señora de la Altagracia, en cuyo recinto se encuentra la sede parroquial.
La misa de ayer fue dedicada al fenecido Presidente Antonio Guzmán y a sus hermanos, también difuntos, Silvestre y Finetta Guzmán Fernández, en presencia de algunos miembros de esa familia; encabezados por el doctor José Leonor Guzmán.
Participaron también otros grupos familiares que acudieron desde distintos puntos del Distrito Nacional y zonas aledañas, a bautizar a niños, porque esa parroquia ofrece más facilidades que otras para este sacramento.
El padre Santelises recriminó a los católicos por su pasividad para dedicarse a los asuntos eclesiales, en contraposición con los adeptos de otras religiones a quienes se refirió en forma crítica y a veces sarcástica.
Citó por su nombre un supermercado de la Capital, cuyo propietario es evangélico, que “vende el chillo sin cabeza”, según Santelises, “para meter un colorao de 70 pesos la libra como si fuera chillo, que vale 180 pesos”.
Invitó a los presentes a un retiro espiritual, aunque no vivan en el mismo sector.
No llamadas a celulares
El padre Ricardo Santelises pidió los números telefónicos de los “feligreses pasajeros”, pero advirtió que pongan el de sus hogares y oficinas, con número de extensión, porque en “esta parroquia no podemos llamar a celulares, porque no hay dinero para pagar cuentas telefónicas. Aquí no hay nada”
f, el nacional
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