Japón ha vivido hoy un triste aniversario, el del lanzamiento de la bomba de Hiroshima. Unas 50.000 personas, incluidos supervivientes de aquel 6 de agosto de hace 64 años, han rendido homenaje a las miles de víctimas del ataque estadounidense. Un ataque que tuvo su réplica tres días después en la ciudad de Nagasaki.
El primer ministro japonés, Taro Aso, ha recordado que “Japón es el único país del mundo en haber sido víctima de la bomba atómica. El sufrimiento de Hiroshima y Nagasaki no debe repetirse y nos comprometemos a conseguir la abolición de las armas nucleares para 2020 y la paz mundial”.
La bomba atómica lanzada contra Hiroshima mató a 140.000 personas hasta finales de 1945 y casi borró del mapa esta ciudad. Sus efectos han elevado la cifra de fallecidos a más de 250.000.
“Tenemos que convencer a los dirigentes, de una vez por todas, del despilfarro, la futilidad y los peligros de las armas de destrucción masiva. Ante esta amenaza catastrófica, nuestro mensaje es claro: juntos, debemos desarmarnos”, ha señalado el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Tres semanas después del primer ensayo nuclear en Nuevo México, las bombas Little Boy y Fat Man dejaban una huella imborrable sobre Japón y toda la humanidad. Un triste episodio de la historia que podría repetirse.
El primer ministro japonés, Taro Aso, ha recordado que “Japón es el único país del mundo en haber sido víctima de la bomba atómica. El sufrimiento de Hiroshima y Nagasaki no debe repetirse y nos comprometemos a conseguir la abolición de las armas nucleares para 2020 y la paz mundial”.
La bomba atómica lanzada contra Hiroshima mató a 140.000 personas hasta finales de 1945 y casi borró del mapa esta ciudad. Sus efectos han elevado la cifra de fallecidos a más de 250.000.
“Tenemos que convencer a los dirigentes, de una vez por todas, del despilfarro, la futilidad y los peligros de las armas de destrucción masiva. Ante esta amenaza catastrófica, nuestro mensaje es claro: juntos, debemos desarmarnos”, ha señalado el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Tres semanas después del primer ensayo nuclear en Nuevo México, las bombas Little Boy y Fat Man dejaban una huella imborrable sobre Japón y toda la humanidad. Un triste episodio de la historia que podría repetirse.
f, el pais .com
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