Fotos ciudadoriental
Por Julio Benzant/Fotos Alberto Rosario
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Santo Domingo, Rep. Dom.- Cuando el diputado Juan Hubieres conversaba con los periodistas, sintió que "algo" le rodó sobre la lengua. Lo tomó con su mano derecha. Era uno de los 24 proyectíles que la policía me metió, la mayoría en el rostro, a corta distancia. Los demás estaban repartidos por todas partes del cuerpo.
Allí estaba aquel hombre de cuerpo extremadamente débil y voz apagada, pero firme. Sobre su lecho de la Clínica Rodríguez Santos, donde se recupera después que fue atacado a tiros por tropas policiales dirigidas por el general Ludwig Suardí Correa, que obedeció ordenes del alcalde Juan de los Santos para que actuara en el desalojo de 72 familias.
Minutos antes de que se produjeran los disparos, uno de los comandantes de las tropas, en el terreno, instruyó que dispararan directamente contra el diputado.
-"Cuando caiga Hubieres, los demás se hablandarán", le dijo el comandante a los subalternos.
El barbudo diputado y líder del Movimiento Rebelde, guevarista, esperaba a las tropas, creía que conversarían. Junto a él, un puñado de sus colaboradores.Así de agresivos y violentos estaban. Ordenó disparar ¡A un diputado de la República!.
En un abrir y cerra de ojos, todos fueron rociados con disparos de escopetas calibre 12. Los disparos fueron hechos directamente a la cabeza.
Por eso uno de los amigos de Hubieres está tuerto y el diputado aún tiene incrustado junto al ojo izquierdo uno de los proyectíles a escasísima distancia de la parte vital.
Aún así, con 24 cuatro proyectíles metidos bajo la piel, el diputado sigue "firme y rebelde".
Así se lo dice a todos los que han ido a visitarle y a expresarle su solidaridad.
Junto a él estuvieron Hatuey Decamps, presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata; Milagros Ortíz Bosch, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD); Orlando Jorge Mera, secretario General del PRD; Senen Caba, Presidente del Colegio Médico Dominicano,
También Ramón Ramírez, Tito, líder de la Junta de Organizaciones Populares (JUNTAPO); el doctor Secundino Palacios, de la Fuerza de la Revolución; María Teresa Cabrera, dirigente de la ADP... y una lista interminable de dirigentes de organizaciones revolucionarias, comunitarias, profesionales, campesinos y activistas de los derechos humanos.
Por algún motivo tantos líderes cerraron sus oídos a aquellos que quieren presentar a Hubieres como "un delincuente" porque defiende a los suyos, a los pobres.
Fueron, precisamente, los pobres de su natal Bayaguana quienes lo convirtieron en diputado a pesar de la oposición de los grandes ricos que pretenden estigmatizarlo con el mote de "dueño del país".
Hubieres, en su lecho, le comentaba a la periodista que lo entrevistaba sobre sus luchas por sus compañeros y amigos de Altos de Brisas del Este, de los presuntos vínculos con el narcotráfico de quienes ordenaron el desalojo; de un recurso de amparo que está fijado el próximo día 20 contra el alcalde Juan de los Santos; de su alegría por el combate.
Pero a la periodista nada de eso parecía importarle. Solo quería que Hubieres le dijera si este lunes habría huelga en el transporte de pasajeros. Nada más.
No le importaba la noticia de que uno de los amigos entrañables de hubiere practicamente había perdido un ojo como consecuencia de la metralla disparada por la Policía.
Tampoco se molestó en leer el documento con el que Hubieres trata de demostrar que sus amigos compraron 75 mil metros cuadrados para construir sus viviendas en Altos de Brisas del Este.
No mostró interés en conocer de la suerte de las 72 familias desalojadas ni conocer el tribunal en el que será conocido el recurso de amparo contra el alcalde de los Santos.
Nada de eso, sólo le interesaba "qué ocurriá este lunes". Más nada.
Hubieres le contestó que seguirá "viviendo y luchando", evitó caer en la provocación que claramente le hacían.
Mientras tanto, la pequeña sala se llenaba de calor humano de gente que le quiere y le reconoce sus luchas a pesar de lo que digan ciertos sectores, que no le perdonan su rebeldía.
Quizás por eso es que Hubieres, cada vez que llega sus amigos, sonríe y les dice "firme y rebelde".
Para los que quieren conocer su condición de salud vamos a decirle, que Hubieres está vivo, que se recupera y que quienes le dispararon para matarle, fallaron.
El mismo así lo dice.
Hubieres está "firme y rebelde" listo para continuar sus luchas, solo que actuará cuando él lo decida. Así lo dio a entender a algunos que le hacían preguntas "inocentes".
El diputado anoche lucía tranquilo. Cuando se recupera estará de nuevo en las calles.
Cree que "es muy seguro" que algunas personas, "aunque tengan mucho dinero, tendrán que irse a disfrutarlo fuera del pais"
De paso sugiere que "esta sociedad hay que cambiarla, no le ofrece alternativas a la juventud ni a las mujeres"
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