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martes, 29 de noviembre de 2011

“Ay carajo, yo firmé”

Yo firmo por la no violencia contra la mujer

Yo firmo por la no violencia contra la mujer

Por; Luis José Chávez


Santo Domingo, República Dominicana.- Me lo contó el doctor Felix Antonio Cruz Jiminián,
promotor de la campaña del millón de firmas por la no violencia contra
la mujer en la comunidad de Cristo Rey.

Un pariente suyo que estuvo entre los firmantes del manifiesto
masculino durante la jornada del viernes 25 de noviembre, día
internacional de la no violencia contra la mujer, lo llamó al día
siguiente para contarle una historia simpática.

Resulta que cuando él llegó a su casa, la mujer le reclamó de mala
manera por su ausencia durante una buena parte del día, y talvez
-especulo yo- porque se habría tomado un par de tragos por ahí. De
acuerdo a su versión, ella intentó manotearlo en un aparente arranque
de celos.

Según le narró al doctor Cruz Jiminián, su reacción normal habría
sido defenderse por la misma vía, y de hecho lo intentó, pero cuando
se disponía a responder a la acción agresiva de su compañera un
pensamiento le cruzó por la cabeza: “¡hay carajo, yo firmé!”. Es
decir, recordó que se había comprometido a no ejercer violencia contra
ninguna mujer.

El doctor Cruz Jiminián está convencido de que el acto consciente de
firmar el compromiso de no violencia contra la mujer, funcionó como
un freno a la posible reacción violenta de su pariente.

Yo comparto esta opinión. El solo hecho de que los hombres
reflexionemos sobre nuestra responsabilidad en la violencia de género
puede ser un primer paso importante, pero si además asumimos el
compromiso de no maltratar a nuestras compañeras entonces hay razones
para pensar que estamos en camino de un cambio de mayor dimensión.

Ese es precisamente el doble propósito de la campaña del millón de
firmas por la no violencia contra la mujer. Primero que el hombre
dominicano haga conciencia de que es parte fundamental del problema;
y segundo, que exprese o reafirme su disposición de cambiar.

La idea es que el hombre reflexione antes de cometer un acto de
violencia intrafamiliar, y no después. Que haga lo mismo que hizo el
pariente del doctor Cruz Jiminián cuando frenó oportunamente el
impulso de golpear a su compañera. Estamos obligados a borrar las
estadísticas que nos identifican como el país de América con mayor
cantidad de feminicidios, dos veces más que el promedio de todo el
continente, y cinco veces más que en Europa. Comencemos a cambiar.

Para integrarse a la campaña del millón de firmas por la no violencia,
escribir al correo: unmillonporlanoviolencia@gmail.com (martes 29 de
noviembre, 2011)

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