Yohan Ramírez |
Caribbean Digital
Castañuelas de Republica Dominicana.-El robo de la identidad de un comerciante ocasionó que una familia acomodada pasara a vivir en la miseria y durante 18 años ha esperado por una sentencia judicial para recuperar sus bienes.Tras la muerte de Víctor Ramírez Rivas, en 1994, en El Jobo de Castañuela, provincia Montecristi, su hermano Freddy Ramírez tomó la identidad del difunto y se apropió de sus bienes. Yohan Ramírez, quien apenas tenía nueve años cuando murió su padre, vio cómo su tío cambió de nombre y pasó a llamarse Víctor y desde 1996 se mudó a la residencia del difunto.
Recientemente, un juez de Montecristi emitió un fallo e impuso a Freddy impedimento de salida, reportarse periódicamente, además de una garantía económica de RD$3 millones, como medida de coerción. Hasta el año 2009 Freddy utilizó la identidad falsa con la cédula y un pasaporte que tenía su foto y el nombre de su hermano y se apoderó de los bienes que su familiar había obtenido.
“Hace cuatro años yo descubro todo el macabro proceso que ellos habían realizado para, primero quedarse con las pocas cosas que mi papá me había dejado y segundo, para lucrarse de viajar a Estados Unidos con una identidad falsa”, apunta Yohan Ramírez.
Cuenta que desde la muerte de su padre se fue a vivir con su mamá, debido a que la familia Ramírez (parientes paternos), nunca lo trató como uno de los de ellos. Al acudir a la Junta Central Electoral a buscar unos datos con fines de viaje, Yohan descubrió lo sucedido por lo que intentó enfrentar a su tío quien reside en la comunidad El Pocito, en Guayubín. “Cuando le mostré las evidencias él decidió contarme la historia y me dijo que fue la peor decisión que había tomado y que por hacer eso no se había podido llevar a su esposa e hijos a los Estados Unidos”, precisó.
Pensó en mejorar su situación económica
Según relató Yohan, al ver que su pariente no reaccionaba, en el 2013 tomó la decisión de demandarlo y llevarlo a la corte, primero por robarle sus bienes y luego por falsificar los datos de su padre. El joven dijo que su tío pensó en su familia y en mejorar sus condiciones a costa del sacrificio de otros y lo culpa por no haber concretado sus planes. Aunque su historia parece de novela, es la realidad que, por 18 años, le ha tocado vivir a Yohan Ramírez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario