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martes, 27 de agosto de 2013

A 3 meses huida cura Wojciech, destituyen a compatriota Wesolowski

Józef Wesolowski, nuncio destituido por
el papa 
Francisco.
Carmen Suárez /Acento.com.do
El embajador de la Santa Sede en Santo Domingo funge también como embajador itinerante para Puerto Rico, y había recriminado al arzobispo de la arquidiócesis de San Juan, entre otras razones porque el prelado boricua fue acusado de proteger a sacerdotes violadores de niños

SANTO DOMINGO, República Dominicana.-A tres meses que el sacerdote polaco Wojciech se fugara del país con falsa identidad para evadir las acusaciones de violación sexual de niños, su compatriota, el embajador del Vaticano en Santo Domingo, Józef Wesolowski, fue destituido por el papa Francisco tras una polémica con el arzobispo de San Juan, Puerto Rico, Roberto González Nieves.

La información sobre la destitución de Józef Wesolowski, que se efectuó el 21 de este mes de agosto, fue publicada este martes por Listín Diario, que toma como fuente el periódico Vatican Insider La Stampa de Torino.

La fuente citada por Listín Diario destacó que la destitución del nuncio polaco de la legación diplomática del Vaticano en República Dominicana se hace efectiva tres años después de que Wesolowski “protagonizara una pugna por presunta mala gestión del arzobispo de San Juan, Puerto Rico, Roberto González Nieves”.

El embajador de la Santa Sede en Santo Domingo funge también como embajador itinerante para Puerto Rico, y había recriminado al arzobispo de la arquidiócesis de San Juan, entre otras razones porque el prelado boricua fue acusado de proteger a sacerdotes violadores de niños.

Compatriota y amigo del padre Wojciech

El nuncio Józef Wesolowski es compatriota y amigo personal del padre Wojciech (Alberto Gil para los comunitarios), quien huyó del país con falsa identidad para evadir la justicia por las denuncias en su contra de violar sexualmente a decenas de niños en Juncalito, Santiago, en donde prestaba servicio como párroco de la Iglesia San Antonio de Padua.

A finales de mayo, padre Wojciech fue acusado de haber violado sexualmente a decenas de niños que le servían supuestamente como monaguillos, los cuales premiaba con viajes a la playa e incluso a Polonia, con todo pago, siempre y cuando se portaran “bien” con el sacerdote.

El 28 de junio, Acento.com.do obtuvo a través de una fuente de la Procuraduría General de la República la información de que el sacerdote polaco abandonó el país con doble identidad lo que habría dificultado a las autoridades identificar su nombre real para formalizar el sometimiento a la justicia por violación sexual contra decenas de niños en Juncalito, Santiago.

De igual manera, el Ministerio Público, una vez obtenida la identidad verdadera del sacerdote, se aprestaría a pedirlo en extradición a las autoridades de Polonia, país con el cual al República Dominicana tiene un tratado de entrega de prófugos de la justicia.

Wojciech sería declarado en rebeldía, al no presentarse ante el Ministerio Público dominicano para ser investigado sobre las denuncias en su contra. Una vez declarado en rebeldía, se tramitaría su captura y entrega por parte de las autoridades polacas.

“La Fiscalía de Santiago se encuentra a la espera de una certificación por parte de la Dirección General de Migración sobre la salida y no retorno del sacerdote, quien viajó con otra documentación”, explicó entonces la fuente.

“Para identificar exactamente el nombre del sacerdote, las autoridades investigativas están identificando el día específico en que habría viajado en compañía del grupo de jóvenes, porque no aparece registrado su nombre ‘Wojciech Gil’ en ese vuelo”, agregó.

Según informaciones obtenidas por Acento.com.do, el Ministerio Público agiliza el proceso de identificación del sacerdote polaco para solicitar la declaración de estado de rebeldía del imputado en los tribunales dominicanos.

La falsificación de identidad supondría un nuevo cargo contra el sacerdote católico, para fines de sometimiento a la justicia.

Sin embargo, a tres meses de la huida del padre Wojciech, el caso de las decenas de niños que afirman que el cura los sodomizó, sigue estancado y el sacerdote impune.

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