José Manuel Castillo, director Noticias A Tiempo. Whatsapp: 8098160105, josemlct11@hotmail.com. Santiago, República Dominicana.

miércoles, 14 de agosto de 2013

El gran abuso de la PN contra alemanes de Sosua

El Presidente Medina debe garantizar la verdad y la justicia

Marcelino Santana F
Especial/Noticias A Tiempo
E-mail: josemlct11@hotmail.com

Puerto Plata, Republica Dominicana.-Lo sucedido en la mañana del miércoles 17 de octubre de 2012 con unos ciudadanos alemanes residentes legalmente en el Proyecto Habitacional La Mulata III, en Sosua, Puerto Plata, puede ser considerado como ¡el gran abuso del siglo! cometido por agentes de la Policía Nacional contra un grupo de extranjeros que viven en la República Dominicana, suceso en el que esos policías sustrajeron dos cajas fuertes conteniendo joyas, lingotes de oro, relojes marca Rolej y una alta suma de dinero en Euros, cuyo valor total fue calculado en RD$60 millones de pesos.

Fue un acontecimiento siniestro en el que un grupo de policías abusadores, 25 en total, bien armados, sin mediar palabras, sin contar con la orden de un juez y sin la presencia de miembros del Ministerio Público, penetraron violentamente a las instalaciones de dicho complejo y repartieron tiros, dieron palos, culatazos, patadas y trompadas al grupo de extranjeros, fatídico hecho en el que asesinaron a balazos al nacional alemán Peter Demetrick, a quien acusaron de ser parte de una peligrosa secta religiosa, que con ramificaciones en varios países de Europa, se dedicaba supuestamente al tráfico de niños, órganos y armas.

En el hecho, los policías abusivos además hirieron gravemente a los también alemanes Gunter Lauer , Peter Brunk y Daniel Brunk, causándoles heridas en la cabeza y otras partes del cuerpo, resultando uno de ellos con tres costillas rotas, mientras que al nacional haitiano Petit-Frere, que trabajaba como jardinero allí, le propinaron tres balazos en ambas piernas, uno en la derecha y dos en la izquierda.

Que gran abuso!, el supuesto allanamiento resultó ser un vulgar saqueo en el que un grupo de policías trató de enriquecerse. 

Muchos ciudadanos hemos seguido muy de cerca los acontecimientos posteriores en torno a este caso, el cual ha puesto en entredicho de forma escandalosa la manera incorrecta en la que aun opera nuestra Policía Nacional y el Ministerio Publico, convirtiéndose en un asunto que tiene transcendencia internacional.

El hecho está causando tremendo revuelo en el país. Primero el Consejo Superior Policial recomendó al Poder Ejecutivo la cancelación de 14 policías involucrados, entre ellos dos coroneles, investigados por la denuncia de allanamiento irregular; luego por mal manejo del caso fueron sancionados y amonestados los generales Ney Aldrin Bautista, actual jefe de la Policía Nacional Preventiva; Máximo Báez Aybar, actual comandante de la Regional Suroeste con asiento en Barahona, y Pablo R. Almonte Morales; y recientemente los Jueces de Instrucción de Puerto Plata, Rafael Osiris Reyes y José Juan Jiménez, emitieron ordenes de arrestos en contra de los ex coroneles de la Policía Nacional, Roberto Salcedo Santos y Raymundo de la Rosa Ogando por agresión física y herir de bala a un abogado alemán y a un ciudadano haitiano en el mencionado allanamiento ilegal de la Mulata Tercero, en Sosúa.

Todo esto está muy bien. Lo escandaloso del suceso, las denuncias hechas por el grupo de alemanes abusados y la profundización de las investigaciones dirigidas directamente por el Procurador General de la Republica, Domínguez Brito, han determinado que hubo excesos y faltas graves; existe la percepción generalizada de que el asunto se trató de un gran robo perpetrado por un grupo de policías, al parecer en complicidad con miembros de la Fiscalía de Puerto Plata, eventos cuya verdad real luego quisieron ocultar altos oficiales en la Jefatura de la Policía Nacional, algo que debe ser repudiado ampliamente por toda la ciudadanía y la comunidad internacional, y ejemplarmente sancionado por la justicia. 

Sin embargo, entendemos que todo esto aún no es suficiente. Las investigaciones deben llegar hasta las últimas consecuencias y caer quienes tengan que caer por mas encumbrado que estén. Hay muchas cosas en torno al caso que deben ser totalmente aclaradas para que la honra mancillada y el ultraje cometido contra esos extranjeros sean resarcidos como es debido.

Si realmente es como dicen los alemanes denunciantes que el evento fue producto de una acción delictiva por parte del también alemán Klaus Dieter Müller, quien supuestamente fue la persona que patrocinó dicha barbarie en complicidad con la Policía y Fiscales de Puerto Plata, eso hay que esclarecerlo totalmente.

Si la acusación que hizo inicialmente la Jefatura de la Policía contra el grupo de extranjeros es una falsa acusación, eso hay que esclarecerlo totalmente.

Si entre el supuesto arsenal de armas presentado por la Policía como incautado durante dicho allanamiento había hasta de juguete, esto debe ser aclarado totalmente.

Si realmente se trataba de propietarios y accionistas de la Academia AFFH S.R.L, la cual también es internacional, y que son personas honestas que vinieron al país para vivir tranquilos y en paz, además a contribuir con la construcción de una escuela en la comunidad, eso hay que esclarecerlo totalmente.

Si realmente los policías abusadores usaron las tarjetas de crédito de los alemanes para comprar computadoras, autoadornos y gasolina, entre otros, además de haberse robado las dos cajas fuertes conteniendo joyas y una alta suma de dinero en Euros, eso hay que esclarecerlo totalmente.

Si todos los terrenos tienen su título de propiedad y de igual manera su estatus en el país es legal, y si cada uno de ellos portaba un arma con permiso legal para su seguridad personal y de sus bienes, eso hay que esclarecerlo totalmente.

Si realmente estos ciudadanos extranjeros son fundadores del Colegio Alemán de Sosúa, el cual según ellos, es miembro de la Asociación Mundial de colegios alemanes en el extranjero (WDA), siendo la única escuela alemana en el Caribe, supuestamente construida por el grupo para proveer a niños alemanes y dominicanos una educación particularmente buena que excede el estándar normal del país, y que la misma fue ciertamente financiada por dos familias con fondos privados, aproximadamente por 350 mil euros, ascendente a 17 millones de pesos, y que hasta el embajador Alemán en el país ha visitado y admirado dicho proyecto, eso hay que esclarecerlo totalmente.







Si esa academia, la cual dicen tiene 5 años funcionando, está aprobada por las autoridades dominicanas y funcionaba correctamente con 6,000 libros escolares y otros materiales didácticos comprados en Alemania dispuestos para niños y niñas de Sosua hasta el fatídico día del allanamiento, eso hay que aclararlo totalmente.

Si realmente se trata de personas honorables y no de delincuentes que vinieron a hacer fechorías al país, y que el verdadero malhechor del caso, además del grupo de policías, es su compatriota alemán Klaus Dieter Müller, eso hay que esclarecerlo totalmente.

Se debe esclarecer totalmente y decirse públicamente quienes dispusieron de las dos cajas fuertes que contenían los RD$60 millones de pesos, a donde fueron a parar las mismas y donde está todo ese dinero. 

La embajada alemana en el país debe certificar si realmente los hombres y las mujeres que pertenecen a este grupo de alemanes son personas serias, respetables y de trabajo, y exigir oficialmente al gobierno dominicano que se diga toda la verdad en torno a este escandaloso caso, y sobretodo que se haga justicia con los ciudadanos de su país que fueron humillados y ultrajados. 

El Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, y el Jefe de la Policía Nacional, Manuel Castro Castillo, tienen el sagrado deber de esclarecer totalmente el gran abuso que se ha cometido contra esos extranjeros, tienen la gran responsabilidad de señalar a todos los culpables sin importar rango, y la justicia finalmente debe dar un gran ejemplo haciendo que caiga todo el peso de la ley sobre los culpables de ese salvaje atropello.

El Presidente Danilo Medina debe garantizar que el esclarecimiento del hecho sea total y verdadero, para así dar muestras claras de que su gobierno respeta el Estado de derecho en la República Dominicana.

Autor: Lic. Marcelino Santana F.
El autor es Periodista.

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