José Alfredo Espinal
Especial/Noticias A Tiempo
E-mail: josemlct11@hotmail.com
SANTIAGO, República Dominicana.-Un reducido grupo de líderes de la religión católica y evangélica incrustado en diversos pueblos y ciudades de la República Dominicana ha estado ensuciando el buen nombre de otros hombres que profesan su creencia en el Altísimo, debido a las acusaciones en su contra por abuso sexual infantil o pederastia.
No se trata de una u otra religión, sino de la infame acción contra un ser humano que es objeto por parte de otra persona (católica o evangélica), por ejemplo, los que mantienen una relación de desigualdad.
Una desigualdad en el ámbito de la edad, la madurez y el poder social, económico y político.
Ya no se trata solo de un simple sacerdote católico de una capilla en un barrio determinado o de un evangelista de las llamadas iglesias protestantes, sino del nuncio de su Santidad, Jósef Wesolowski.
El exnuncio apostólico Józef Wesolowski. Archivo. |
Aquí lo que importa no es quien cometió el abuso contra un o una menor de edad, sino que esa persona, llámese como se llame, pague con cárcel ese delito abominable.
Con tantos escándalos bochornosos de esos seudos religiosos y creyentes, el pueblo va perdiendo la confianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario