Desde mi Trinchera
Félix Jacinto Bretón
Especial/Noticias A Tiempo
E-mail: josemlct11@hotmail.com
Tenia previsto esta semana - incluso así lo había prometido en mi anterior Trinchera- continuar abordando el tema Serulle-Alcaldía, pero me veo en la obligación y en la necesidad de dejarlo en el tintero para tratarlo en los próximos días, porque hay una preocupación mayor, no solo mía, sino en todo el mundo: El inminente ataque contra Siria por parte de EEUU y algunos aliados.
Como soy hombre y nada de lo que es humano me puede ser ajeno, como bien dijo Terencio,debo confesar que esta situación me mantiene abrumado, impaciente, nervioso e inquieto ya que -a la hora que comiencen a caer las bombas y los misiles sobre el territorio sirio- los vivos no darán para enterrar a los muertos, y esto es algo que me atormenta sobremanera, aparte de los destrozos que dejarán los bombardeos.
Rabia e indignación es lo que siento en lo más profundo de mi corazón al no poder hacer nada para detener lo que será una masacre. Lágrimas de impotencia he derramado en silencio, pensando en las consecuencias que se derivarán de estos ataques que, no sólo podrían abarcar a Siria, sino a todo Oriente Próximo, como ha advertido Bachar al Assad y otros gobernantes.
Hay que tomar en cuenta que ya de por sí es alarmante y desgarrador el drama que vive Siria donde -en poco más de dos años de conflicto- han muerto decenas de personas mientras que millones, incluidos niños, adolescentes y jovenes, se han visto obligadas a abandonar sus hogares y refugiarse en territorios vecinos. Este éxodo se ha incrementado luego de las amenazas de EU.
Lo que ocurre en Siria es que mercenarios y terroristas –rebeldes y patriotas para los grandes medios mediáticos de prensa- buscan derrocar, mediante la vía de las armas, al gobierno que encabeza al Assad. Estos mercenarios han contado -desde un principio- con el abierto respaldo, en armamentos y recursos, de los halcones, lobbistas y guerreristas de la Casa Blanca de Washington.
En el terreno, empero, han estado perdiendo la guerra ya que el ejército sirio les ha estado asestando duros golpes. Es entonces que el jefe de la mayor potencia de la tierra, Barack Obama, se quita por completo la careta y ha amenazado con una intervención bajo el alegato de que el gobierno sirio utilizó armas químicas el pasado 21 de agosto: el mismo libreto utilizado contra Saddam Hussein en Irak en el 2003.
Para lanzar esta esta acusación y la posterior amenaza contra Siria, Obama no fue siquiera capaz de esperar los resultados de unas investigaciones ordenadas por ONU, cuyos miembros estuvieron -y vuelven en estos días a Damasco- para verificar el uso de las alegadas armas de destrucción masivas por parte del gobierno.
Pero Obama tiene decidido “entrarle” a Siria por encima de todo, según lo confirman sus declaraciones de estos días. Lo que EU busca es continuar el efecto dominó en Oriente Medio quitando, aún por la fuerza, los gobiernos que les son hóstiles para instalar autoridades títeres, que respondan a sus intereses para apropiarse de sus riquezas luego.
Los ejemplos sobran. El más reciente es Libia, donde le fue relativamente fácil desprenderse de Mouamar Kadafy, quien era un presidente con muy malas relaciones con sus vecinos y con muy poco apoyo en otras partes del globo. Con Siria, sin embargo, la situación podría ser diferente por lo que EU, cuando decida atacarla, podría ir por lana y salir trasquilado.
Lo primero es que prácticamente el mundo entero -con ligeras excepciones- se ha manifestado contra cualquier intervención militar y ha abogado por una salida política mediante la vía del diálogo. Mientras, son muchas las manifestaciones de rechazo a la guerra registradas en diversos lugares del planeta.
En el propio EU, 6 de cada 10 norteamericanos están en desacuerdo, Alemania no participaría de manera directa en ninguna incursión, así como tampoco Gran Bretaña, en tanto que el Papa Francisco impulsa una campaña a favor de la paz y ha promovido una jornada de oración justamente para este sábado.
A esto hay que añadir que China, toda una potencia asiática, mantiene su respaldo para que se busque una salida pacífica, y otra potencia europea, Rusia, ha mantenido una defensa “a rajatablas” al gobierno de al Assad. Vladimir Putin, el presidente ruso, ha desafiado a Obama y ha movilizado su maquinaria de guerra hacia la zona de conflicto. Irán también juega un papel de primerísimo orden en esta crisis. Hay grupos armados, como Hézbola y otros, que son aliados de Damasco.
La propia ONU, que como todo el mundo sabe, es un instrumento del imperio –ha quedado requetecomprobado en innumeras oportunidades- se ha manifestado a favor de una salida pacifica y a traves del dialogo.
De todas maneras, no creo que esto sirva para disuadir al imperio para que se abstenga de lanzar su ataque contra Siria, porque eso ya es una cuestión decidida por el Pentágono. Eso si, no creo que esto supone “un picnic” para los agresores ya que se puede dar como un hecho que el conflicto se extenderá por la región, alcanzando a Israel y otros países pro-occidente, lo que convertiría la zona del Levante en un verdadero infierno.
Es por esto que encabezo la Trinchera de esta semana con la pregunta ¿está el mundo ante la puerta del Armagedon? Las horas por llegar nos darán la respuesta, mientras ¡seguimos en combate!
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