Eliza Morales
Especial/Noticias A Tiempo
E-mail: josemlct11@gmail.com
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Mil novecientos veinte y nueve, a los hijos de haitianos nacidos en esta fecha se les quitará la nacionalidad dominicana. La situación que enfrenta el país por la gran cantidad de haitianos que han arropado nuestra nación es realmente sorprendente, muchas haitianas embarazadas llegan a nuestro país, en busca de una mejoría. Sabemos que hay personas buenas y malas en todo el mundo; sin embargo, en cuanto a esta situación “dominico-haitiano” se refiere surgen las siguientes interrogantes:
¿Es esta decisión del Tribunal Constitucional Dominicano, de despojar la nacionalidad a miles de hijos de haitianos nacidos en República Dominicana, la mejor medida para enfrentar este problema? ¿Acaso está tomando en cuenta el Tribunal de que haitianos y dominicanos compartimos una isla y que debemos ayudarnos mutuamente? ¿No se han dado cuenta de que hay lazos de sangre que unen a los habitantes de una y otra parte de la isla? ¿Observarán que se está desatando una gran crisis humanitaria donde estamos manifestando nuestro odio, racismo, anti-haitianismo, diferencia, exclusión y discriminación? ¿Cómo es posible que República dominicana se dé el lujo de quebrantar los derechos humanos y atropelle a personas inocentes que sólo quieren salir adelante? ¿Será que no han notado que pueden desencadenar una guerra silenciosamente?
Así como hay dominicanos en el extranjero que luchan día tras día para conseguir la ciudadanía fuera de su nación, logrando éxito en ello; así también los habitantes haitianos tienen derecho de ser ciudadanos dominicanos.
Esta decisión afecta a niños y niñas que tenían un sueño; un sueño dominicano que ha sido atormentado, del cual se han levantado con mucho rencor y odio en contra de la nación que creían su pueblo, su patria.
Esta medida genera desprecio hacia nuestros hermanos, elevando así ese racismo que desde niños nos han inculcado. Ellos también son seres humanos, tienen corazón, tienen derecho a una mejor calidad de vida, a que los escuchen, a que sean parte de una mejor nación donde le demos de nuestro amor, cariño y comprensión.
Maltratar a los haitianos privándolos de ser dominicanos es un acto de discriminación y odio donde insultamos nuestro lema: “Dios, Patria y Libertad” pues; no estamos manifestando el amor de Dios, no estamos dando la oportunidad de tener una nueva y mejor Patria, estamos obstruyendo a todo un pueblo de la libertad, la libertad de estudiar y superarse, la libertad de ser dominicanos.
¡Qué injusticia con nuestros hermanos haitianos, aquellos que durante toda su vida ha sido verdaderamente dominicanos!
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