Juan Isidro Inoa
ji2013@hotmail
Especial/Noticias A Tiempo
Con la sentencia del Tribunal Constitucional sobre los que son o no dominicanos, en el país y a nivel internacional se ha alborotado un “hormiguero”. En radio, tv, calles, carros, guaguas, salas de espera y hasta en la cama se habla del tema. Como siempre nos han dicho que tenemos el negro detrás de la oreja, en este conflicto nos confundimos mucho más. Por un lado EE.UU.condena en control en la frontera pero, ellos construyen un muro para que los mexicanos no crucen a su país. Los canadienses y los franceses que son quienes más se benefician del os ciudadanos haitianos, junto a los “americanos” devuelven las embarcaciones de ilegales haitianos no a Haití sino a República Dominicana.
Los dominicanos se oponen a la entrega de documentos a los haitianos pero se van a parir a los Estados Unidos para tener un hijo “gringo”. Aparte de que la isla está dividida en dos y los residentes en el pedazo oriental (los dominicanos) están divididos en entre “patriotas” y “prohaitianos”. Pero al margen de los “dimes y diretes”, mientras se realiza la discusión mediática, Francia y Canadá inyecta eruros y dólares a la ONGs para atizar el fogón que cuece el conflicto y hemos tenido una invasión masiva de los nacionales vecinos que quieren tener sus papeles dominicanos “por si las moscas”. Pero como los dominicanos no pierden tiempo, en lo que eso se discute se buscan sus chelitos haciéndoles documentos falsos a los haitianos para que discutan la legalidad de su nacionalidad, transportándolos desde Haití hacia la República Dominicana en guaguas, camiones y hasta en furgones de los comedores económico, la “caminona” sale hacia la frontera con 70 haitianos y llega allá con 15 y 20 y de seguro que la entrada (macuteo) para los vigilantes de la frontera y los “inspectores” de migración está en su zafra sin haber caña. Ma’ Gueno Quejasí!
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