Los camarógrafos y fotoreporteros son verdaderos héroes anónimos

Aquí se ve al camarógrafo del Canal 25,
 Noendy Valerio, en plena acción tratando
 de captar buenas imágenes del incendio 
registrado esta tarde en el Ejido, Santiago

Félix Jacinto Bretón/Trinchera

En la mayoría de los casos pasan inadvertidos pues los lauros se los lleva el reportero que prepara la historia para la televisión o para la prensa escrita. Pero estos muchachos son especie de “héroes anónimos” pues tienen que arriesgarse mas que el periodista cuando cubren catástrofes, principalmente.

Las personas que cómodamente siguen en sus hogares los noticiarios de televisión y otros programas de entretenimientos donde transmiten noticias o que leen la prensa de papel, ni siquiera se imaginan los peligros que corren los camarógrafos para captar buenas imágenes o los foto-reporteros para lograr una buena foto.

La historia la puede elaborar el reportero o el periodista aun quedándose en la redacción pues podría preparar el reportaje hasta viendo las imágenes el que puede complementar con los datos que pueda llevarles el camarógrafo o el fotógrafo, dependiendo del caso.

Pero es imprescindible “que el hombre de la cámara” esté en el lugar de los hechos porque sino ¿como se contaría la historia? Un reportaje sin una imagen, ya sea fílmica o de fotográfica, vendría siendo como un merengue sin letras.

Sobre la labor de estos muchachos, si que es arriesgada, peligrosa, pues el que realiza su trabajo con pasión les importa exponerse a los peligros, a los cuales desafía para tratar de captar el momento que pueda ser el mas importante para el televidente o el lector.

Ocurre en medio de los disturbios que se registran en los pueblos durante las protestas populares, básicamente, durante inundaciones después de lluvias torrenciales y cuando ocurre algún fuego.

Fue el caso de esta tarde cuando vimos a los reporteros correr de un lado al otro con sus cámaras en ristres durante el incendio ocurrido en El Ejido, que destruyo 40 viviendas, y que ha sido uno de los mas pavorosos que recuerde Santiago en los últimos años.

Estos muchachos, sin protección más que con el apoyo Divino, desafiaron las llamas, arriesgaron sus vidas, pero gracias a ellos pudimos ser testigos de lo ocurrido en ese sector y de la intensidad del momento vivido, y sin que tuviéramos que estar directamente en el lugar del hecho.

Es una labor que merece el reconocimiento de esta Trinchera!