Una fotografía de Nasco en la iglesia Santísima Trinidad.Carmen Suárez/Acento.com.do |
Los comentarios e insinuaciones de mofa y denuesto hacia las personas homosexuales ha generado preocupación en la comunidad LGTB (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales) de República Dominicana
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Desde que se difundió la noticia del asesinato del periodista y locutor Claudio Nasco, de NCDN, las redes sociales se han visto copadas de comentarios de odio y burla contra las pesonas homosexuales, muchos lanzando descrédito contra la víctima de este hecho de sangre.
Por el asesinato, ocurrido el viernes 13 de diciembre, ha sido detenidos Oscar Pérez (Yandel), Luis Manuel Estévez Ponciano (Macuto o Anderson) y Joel Rafael Miliano Rodríguez (Pateo), de 18, 19 y 20 años.
Los comentarios e insinuaciones de mofa y denuesto hacia las personas homosexuales ha generado preocupación en la comunidad LGTB (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales) de República Dominicana.
“Es sorprendente ver con el morbo y la saña con que se enjuicia o analiza la vida de una persona después de un hecho tan lamentable como la muerte de Claudio u otra persona”, explica el coordinador de Amigos Siempre Amigos (ASA), Leonardo Sánchez, quien manifiesta su preocupación ante la posición que algunos sectores de la sociedad han exteriorizado sobre la circunstancia en la que ocurrió el deceso del comunicador.
Para este activista que lucha por los derechos de los homosexuales, resulta lamentable condicionar toda una vida de logros y de un comportamiento que considera como “ejemplar”, a la sexualidad, a la vez que rechaza los comentarios e insinuaciones de quienes se han referido a la orientación sexual de Claudio Nasco como una sombra que empaña sus virtudes.
“La sociedad te acepta mientras tú cumples con lo que la sociedad te pide. Ahora, cuando eres quien pide a la sociedad ser quien eres, la sociedad te lo niega y te obliga necesariamente a que el ejercicio de tu sexualidad lo hagas de forma clandestina”, Leonardo Sánchez, coordinador de ASA.
Estos comentarios impulsaron a que el periodista José Rafael Sosa condenara las burlas y expresiones de odio contra las personas de preferencia homosexual, señalando que “el crimen violento no tiene orientación sexual y puede afectar a todos y todas por igual”.
Por su lado, la directora de Colectiva Mujer y Salud, Sergia Galván, lamentó que se valore el crimen en función de la orientación sexual,.
La activista feminista y pro derechos humanos consideró alarmante que a través de las redes sociales y de algunos comentarios se apoye una idea de casi justificación del crimen cuando se trata de una persona homosexual.
Si bien la directora de Colectiva Mujer y Salud no asegura que sea un crimen de odio, no descarta que el hecho pueda haber sido inspirado por esta causa, dado el historial de agresiones a personas por su orientación sexual en República Dominicana.
Reclamó que los estereotipos y los prejuicios en contra de las personas por su orientación sexual no sean utilizados como justificación para permitir que el asesinato de Claudio Nasco quede en la impunidad.
“Es un crimen que necesita ser profundizado. Si efectivamente fue un crimen de odio, que se establezcan las responsabilidades”, afirmó Galván.
Cada crimen debe investigarse.
En lo referente a cómo afecta la imagen del colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB), Leonardo Sánchez sostiene que el relacionar este tipo de crímenes con la colectividad homosexual, mantiene el prejuicio y los estereotipos construidos por la sociedad, a pesar de que se trate de un hecho aislado.
“Todos los asesinatos, como el de Claudio y los feminicidios, deben investigarse a profundidad y tomarse medidas preventivas para que estos crímenes no sigan ocurriendo”.
Similar posición mantiene Sergia Galván, quien asegura que el estereotipo, la burla, el odio, la no actuación y la omisión de las autoridades frente a estos casos afecta sobre todo a las instituciones que trabajan en la defensa de los derechos de las personas por su orientación sexual, las cuales, según informa, son víctimas permanentes de acoso, ataques e insultos por defender los derechos de las personas al libre ejercicio de su sexualidad.
“El crimen de odio ya está plasmado en la manera en que se está manejando el caso. Socialmente, ya se está cometiendo ese crimen de odio”, denuncia.
Legislación en el closet.
Aunque la homosexualidad no está penalizada en República Dominicana, a entender de Sergia Galvan, directora de Colectiva Mujer y Salud, el Congreso dominicano ha obviado legislar sobre la no discriminación por orientación sexual de forma sistemática.
En palabras de Galván, las personas homosexuales sufren discriminación por su orientación y son víctimas de agresiones físicas, psicológicas e incluso, homicidios por esta causa.
Asegura que es difícil cuantificar la cantidad de “crímenes de odio” que ocurren en el país, debido a que la familia lo esconde o las autoridades no hacen el trabajo necesario para denunciarlo.
“Ser homosexual implica que se te violen los derechos, ser víctimas de chantaje, violaciones sexuales, agresiones, acoso sexual, acoso laboral y humillaciones, lo que hace que personas en función de su orientación sexual hagan todo lo posible por ocultarlas y evitar ser víctimas de esto”.
Según la red a apoyo a las personas Transexuales, Transa, desde el 2006 hasta el 2013 hubo 21 crímenes de odio, de los cuales uno llegó a la justicia como tal.
En ese sentido, el coordinador de Amigos Siempre Amigos (ASA), Leonardo Sánchez, asegura que hay miles de casos que quedan impunes contra personas transexuales, lo cual mueve a la reflexión y la preocupación de cómo la sociedad permite que este tipo de situaciones ocurran.
“No existe ninguna ley que expresamente proteja al colectivo LGTB, pero todo el ciudadano está amparado bajo el protectorado de la Constitución de la República y asumimos que la ley es igual para todos, aunque en el ejercicio y la práctica no es así”.
Para ambos activistas, este tipo de vejámenes hacia el colectivo poseen un trasfondo, más que nada, educativo, por lo que expresan la necesidad de instruir y sensibilizar a las personas sobre un tema aún considerado tabú en la sociedad dominicana y de esa manera prevenir que el público, las autoridades y la prensa eviten emitir juicios a partir de la orientación sexual de una persona, especialmente en situaciones violentas como la experimentada a raíz del deceso del comunicador Claudio Nasco.
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