De izquierda a derecha y de arriba a abajo: “Kun” Agüero y Marta, Neymar y su hijo Davi Lucca, David Luiz y Willian, Gaby Amarantos, Roberto Carlos y Michel Telô |
Minuto 75 en el estadio de El Madrigal. El equipo local, el Villarreal español, se enfrenta al F.C. Barcelona. Cuando el lateral Dani Alves se dispone a ejecutar un saque de esquina, un aficionado lanza una banana al campo. El brasileño no lo duda y se come una porción rápidamente mientras toma impulso y saca, aún masticando.
De ahí a una campaña viral en contra el racismo en el fútbol fue solo cuestión de horas.
Al gesto de Alves en el partido del domingo le siguió otro de su compañero, el delantero brasileño Neymar, que estaba lesionado, veía el partido en televisión y publicó una foto suya junto a su hijo comiéndose una banana y con la leyenda “Todos Somos Macacos”. Después, miles de aficionados de todo el mundo replicaron el gesto.
En pocas horas, más de 100 mil personas habían usado la etiqueta #TodosSomosMacacos y #SomosTodosIgualesy habían publicado fotos comiendo bananas en las redes sociales, en una campaña que tuvo especial repercusión en Brasil.
Entre los que han participado en la inciativa espontánea contra el racismo en los campos están futbolistas como los brasileños del Chelsea David Luiz, Oscar y Willian, el delantero del Zenit de San Petersburgo ruso, Hulk, la cinco veces ganadora de un balón de Oro Marta, que posó junto al delantero argentino Sergio Kun Agüero comiendo una banana, o el exjugador brasileño Roberto Carlos.
Los cantantes Michel Telô y Gaby Amarantos también se sumaron a una iniciativa a la quese unieron incluso políticos como el primer ministro de Italia Matteo Renzi, quien posó en un encuentro con la selección italiana junto al director técnico Cesare Prandelli sosteniendo una banana.
De gesto silencioso a grito colectivo
“Hay que tomarse en broma a estos retrasados. Llevo ya 11 años en España”, dijo el lateral brasileño del incidente después del partido. Después, en su cuenta de Facebook, colgó el video del lanzamiento de la banana y bromeó sobre el gesto: “Ya me decía siempre mi padre, hijo come bananas, que evitan los calambres”.
No es la primera vez que un jugador oye insultos racistas o burlas en el terreno de juego por el color de su piel; lo que es nuevo es la reacción a las burlas. Tanto, que el gesto silencioso de Alves ya se ha convertido en un potente grito mundial contra el racismo.
“Lo que hizo Dani Alves es increíble”, le dijo Cesar Barros, un DJ de Boston a la BBC. “No solo no se rebajó al nivel de los racistas idiotas sino que bromeó con la situación. El plan racista rebotó y explotó en un movimiento mundial contra el racismo“.
“En una simple acción Dani Alves ha hecho más por la lucha contra el racismo que ninguna campaña de la UEFA y la FIFA“, escribió por su parte en Twitter el aficionado Tom Conn.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, también apoyó el gesto de su compatriota al escribir en Twitter que el jugador “dio una respuesta osada y fuerte al racismo en el deporte” y advirtió que la Copa del Mundo de Brasil, que comenzará a mediados de junio, “levantará la bandera de combate a la discriminación racial”.
En el mismo sentido se expresó el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien dijo en su cuenta de Twitter que en Brasil no se tolerarán ese tipo de comportamientos.
“Lo que Dani Alves toleró anoche es una salvajada. Debemos combatir todas las formas de discriminación unidos. Habrá tolerancia cero en la Copa del Mundo”, sentenció Blatter.
¿Repercusiones?
Más allá de la campaña viral en la que ha desembocado el gesto de Alves, la pregunta es si el movimiento tendrá repercusiones concretas.
Para el catedrático de la Universidad de Barcelona y experto en fútbol Carles Viñas, “quien de verdad tiene que tomar cartas en el asunto son los responsables políticos y de los clubes“.
“Primero debe tomarse el problema en serio, no banalizarlo ni minimizarlo como sucede siempre; no hay que acotarlo al estereotipo fácil de los jóvenes ultra, sino que hay evidencias de que en muchos campos es público mayoritario más allá de los fondos donde se agrupan los seguidores radicales, donde se oyen desde insultos racistas hasta este tipo de lanzamientos de objetos“, apunta Viñas en declaraciones a BBC Mundo.
Sin embargo, el catedrático teme que el suceso pasará a la historia “como un episodio más” de los que se viene repitiendo periódicamente en el fútbol español.
De hecho, no es la primera vez que Dani Alves, que lleva más de una década jugando en equipos españoles, se queja el racismo en el fútbol español.
El año pasado, tras un derbi frente al Real Madrid en las semifinales de la Copa del Rey en el que también recibió insultos racistas, el lateral lamentó que el racismo será “guerra perdida” del fútbol español mientras no se tomen medidas contundentes para evitarlo.
“No es algo puntual. Es un problema del fútbol español. La educación en los campos no existe y algo hay que hacer”, sentenció el futbolista blaugrana en aquel momento y propuso tomar medidas más severas frente a ese tipo de comportamientos como sanciones a los clubes.
Por el momento, el árbitro reflejó el lanzamiento del plátano en su acta del partido yel Villarreal emitió un comunicado este lunes en el que ha anunciaba que se identificó al responsable, se le retiró el carné de socio y se le prohibió de por vida volver a entrar en el estadio de El Madrigal.
Por su parte, uno de los promotores de la viralización de la campaña, Neymar, apuntó en un video que publicó en las redes sociales su propio consejo para luchar contra el racismo: “En el fútbol es común ver a seguidores llamando a los jugadores “monos”. Pero la mejor forma de acabar con los prejuicios es quitarle peso. Una ofensa solo tiene efecto cuando te irrita”.
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