Según lo explicado por el doctor Peña, las intenciones de la habilitación y la insistencia por la mejoría física de los hospitales podría desatar una competencia comercial entre el sector público con las aseguradoras privadas, que en nada ayudaría a mejorar la salud del pueblo dominicano.
Fuente, Acento.com.do
SANTIAGO, República Dominicana.-Las enfermeras y enfermeros del Hospital Regional Doctor José María Cabral y Báez llevan una semana de protestas por la mejoría de sus condiciones de trabajo y de los servicios de salud en general.
Los galenos del Cabral y Báez exigen aumento de sueldos y mejoría de los hospitales, pero las autoridades no les han hecho caso ni han respondido por ninguna vía sus reclamos.
En este mismo centro salud del tercer nivel, las autoridades han revelado que al menos 400 personas cobran sin trabajar. Esta denuncia no es nueva. Ya la había hecho el director Rolando Báez, el 20 de octubre del 2011. Báez, especialista en urología, fue cancelado el 27 de abril del 2015, sin que se hiciera nada para corregir esa anomalía.
El Cabral y Báez, uno de los hospitales más grandes del país, lleva más de 10 años con la misma subvención de poco más de RD $ 8 millones mensuales, aunque la demanda de servicios y los costos de operación se han más que cuadruplicado en este tiempo.
A junio del 2015, la asignación es de RD$ 8 millones 207, 269.01, esto es apenas un 43.95 % más que el sueldo colectivo que reciben los 18 diputados de Santiago que cada mes cobran RD$ 4 millones 600, 251, sumados salarios nominales y otras entradas. El director de Coraasan, cobra un salario mensual de RD$ 300, 000.00, mientras que el alcalde Gilberto Serulle cobra RD $ 265, 000.00 cada mes.
La protesta
Para hacer que se escuchen sus reclamos, los médicos y auxiliares médicos salieron de los pasillos del Cabral y Báez y caminaron las calles circundantes, para exigir que el Estado dominicano destine por lo menos el 5 % del PIB a la salud pública.
“¡Si no hay 5 %, no hay reelección!”, repetían los gremialistas.
El Colegio Médico
Dr. Manasés Peña
Manasés Peña, presidente del Colegio Medico Dominicano (CMD) para la región Norte, califica como insólito que 17 hospitales como los de la provincia de Santiago sólo reciban RD$ 19.6 millones, cuando están plagados de necesidades que no pueden suplir.
El dirigente del gremio médico asegura que es ilógico que un hospital que debe estar preparado para el internamiento de pacientes, sólo reciba una subvención de RD$ 149, 845.61, como es el caso del centro de salud de Hato del Yaque, cuando la mayoría de los funcionarios de Santiago cobran cada mes sueldos que superan esta cifra.
También critica que en la lista de hospitales figuren al menos siete de estos centros con una asignación del Ministerio de Salud que no excede los 300 mil pesos mensuales, menos de lo que reciben cada mez los ministros del Estado.
“Por eso es que nunca como ahora se hace imprescindible que se asigne al menos un 5 % del PIB, para el sector salud”, sostuvo médico.
Agregó que es absurdo que sólo se aplique poco más de un 2 % para un renglón tan sensible como la salud y llamó a las autoridades a evaluar su política oficial de asignación de los recursos que aportan los contribuyentes.
Al hablar con el equipo de Acento.com.do, en relación a la situación de precariedad con que sobreviven los hospitales del Estado, el doctor Peña dijo que la política de remozar los hospitales y colocarlos en la política de habilitación del Ministerio de Salud Pública, para que se conviertan en prestadores de servicios a los aseguradores privados, es un arma de doble filo.
El profesional de la medicina entiende que esta política mejoraría los ingresos de los hospitales estatales, sin embargo advierte que esta posibilidad también dejaría a los pobres, a quienes no puede pagar, con menos espacios en los hospitales del Estado.
Peña explica que no se trata sólo de tener centros médicos bonitos, atractivos, que llamen la atención de la población, sino que estos deben cumplir con los aspectos esenciales de la salud de los más necesitados.
Según lo explicado por el doctor Peña, las intenciones de la habilitación y la insistencia por la mejoría física de los hospitales podría desatar una competencia comercial entre el sector público con las aseguradoras privadas, que en nada ayudaría a mejorar la salud del pueblo dominicano.
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