"Nosotros comenzamos a hacer la nuestra y no aparecía nadie, hasta que llegó Marcos Díaz un ingeniero que dijo que la electricidad era de él"
Kharla Pimentel /Acento.com.do.
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “Te imponen a alguien quien cobra esa partida y a ti te dan nada más lo que corresponde a los indirectos”, es otra de las acciones que llevan a cabo el grupo que compone la red de malhechores dentro de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), según explica uno de los ingenieros participantes en el sorteo del Programa de Edificaciones Escolares.
Este ingeniero tuvo que ceder la partida de la instalación eléctrica a otro identificado como Marcos Díaz, quien de buenas a primeras se apareció en su obra alegando que “así se hacían las cosas en la OISOE”.
Señaló que tuvo que cederle 600 mil pesos a Díaz y a pesar de ello, tiempo después se enteró de que el primero había cobrado la cubicación de ese trabajo sobrevaluándola.
“Marcos hizo algunas cosas y terminó no cumpliendo el contrato. Nosotros tuvimos que terminar la parte por la que le habíamos dado el dinero y éste no nos devolvió nada”, manifiesta el profesional.
Empero, asegura que eso no solo ocurre con la partida eléctrica y no solo a él; si no también el área de la cancha, la jardinería, las rampas para inválidos, el techo, las calles exteriores y otros complementos del ambiente escolar.
“Cualquier ingeniero se saca una escuela y termina haciendo el cascaron de la escuela, la infraestructura más grande, porque la otra parte de la escuela la hacen grupos a lo interno de la OISOE”, destaca al proyectar certeza.
Expresa que tras una reunión efectuada en la OISOE se informó que se había concluido 235 escuelas, de las cuales el 90 por ciento habían pasado por mano de estos contratistas que enviaban de manera arbitraria las autoridades de la institución del Estado.
Calcula que tras sacar cifras de estas contratas impuestas a la fuerza, estos que no se sacaron ninguna obra se pudieron hacer llevado unos RD$2000 MM.
“Esos pasillos son de unos cinco millones de pesos, la electricidad de cuatro puntos y algo y 4.5; la cancha es de dos puntos y algo; la jardinería tres puntos y algo; en definitiva, cuando tú haces la evaluación de los 235 ingenieros que terminaron las obras hay que suponer que ese grupo amasó una fortuna de 2, 761, 000,000.00 millones de pesos”, enfatizó el profesional de la construcción.
“Me puse a investigar y de verdad estaba interviniendo más obras”
Recordó que tras pecar de inocente ante la imposición silenciosa de la partida eléctrica, se percató de que se trataba de una marulla cuando tiempo después inspectores del Ministerio de Educación (MINERD) acudieron a su obra agregando realizaban una investigación de la inversión de la cubicación en el tema energético.
En ese momento se enteró que dicha cubicación había sido solicitada por parte de Díaz, pero con una cantidad superior a la indicada. “Ellos andaban investigando porque les había llegado la denuncia de una mafia en el tema eléctrico y esa cubicación a nosotros nos la pararon porque iban a hacer una investigación”.
El experto no desmerita la creación de un sorteo donde puedan participar sin discriminación los ingenieros y arquitectos de todo el país, empero calificó la entidad de un entramado gigantesco en el que difícilmente se escape algún contratista.
Aseguró que a pesar de que aperturaron investigaciones y se realizaron apresamientos con respecto al tema de soborno y corrupción, el problema es que la estructura mafiosa está ahí y aún no se ha movido. “Está intacta y podría ser hasta peligrosa porque esa estructura con esa cantidad de dinero puede hacer cualquier cosa, ahí puede haber de todo”.
Lamenta que la pobreza y falta de experiencia de los arquitectos e ingenieros que ganan dichas obras, son debilidades de las cuales los miembros de la asociación de malhechores se aprovechan; aunque, resalta que estos puntos son los que hacen dicho sorteo una innovación a favor del pueblo.
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