Fuente, https://lasantamambisa.wordpress.com/
“Emigrantes y refugiados no son peones sobre el tablero de la humanidad. Se trata de niños, mujeres y hombres que abandonan o son obligados a abandonar sus casas por muchas razones.”MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA JORNADA MUNDIAL DEL EMIGRANTE Y DEL REFUGIADO 2014.
Independientemente de que los cubanos en Costa Rica, sean emigrantes económicos y no refugiados políticos como el gobierno de EE.UU., como algunos de sus gobiernos aliados y Organizaciones lacayas pretenden visualizar a la opinión internacional, se trata de personas y no peones de un capricho político e histórico, víctimas de un odio visceral hacia una pequeña isla iluminada por una Revolución erguida como una espina de luz clavada en la garganta imperial que ha dado esperanza a los pueblos oprimidos del mundo.
Son cubanos, hermanos que cayeron en el ruedo de la trata de personas, ese flagelo que afecta a millones de personas en diferentes países, y ha sido denunciado reiteradamente por el Papa Francisco como “un crimen contra la humanidad”.
Señaló en abril de 2014: “la trata de personas es una herida abierta en el cuerpo de la sociedad contemporánea, una llaga en el cuerpo de Cristo. Es un crimen contra la humanidad”.
Son martirizados por la politización del tema migratorio por parte del Gobierno de los EEUU, la Ley de Ajuste y, en particular, de la llamada política ‘pies secos, pies mojados’, la cual confiere a los cubanos un tratamiento diferenciado y único en el mundo, al admitirlos de forma inmediata y automática, sin importar las vías y medios que utilizan, incluso si llegan de manera ilegal a su territorio.
En ese sentido, y siguiendo el llamado de la Iglesia de defender y promover la dignidad humana: “Es necesaria una toma de responsabilidad común y una voluntad política más fuerte para vencer en este frente… Una intervención legislativa adecuada en los países de origen, tránsito y llegada, también para facilitar la regularidad de las migraciones, puede reducir el problema”. Papa (julio 2015). Los países implicados, deberían prestar atención a las palabras del Santo Padre y no pretender alterar la legalidad.
“Según las estimaciones de la OIT, al menos 2,4 millones de personas han sido sometidas al tráfico humano en un determinado momento y los beneficios anuales generados por el tráfico de seres humanos alcanzan los 32 billones de dólares americanos”. Mientras el tráfico humano siga siendo una actividad delictiva de bajo riesgo y alta rentabilidad, y los gobiernos involucrados no tomen acción política y jurídica continuará el sufrimiento de miles de migrantes.
Cuba se esfuerza a diario por mantener la dignidad plena del hombre, para crear mejores condiciones económicas y sociales, creando oportunidades de trabajo que eviten la separación de las familias y garantice las condiciones de estabilidad y serenidad. El pueblo cubano ejerce sus derechos sociales, políticos, económicos y religiosos. Sin embargo, la tarea es de gigantes cuando se tiene a un Goliat intentando socavar sistemáticamente nuestro proceso soberano mediante una feroz campaña de manipulación mediática, la más cruel guerra económica y la subversión.
Aliento a cuantos están comprometidos en ayudar a hombres, mujeres y niños víctimas de esta situación, pero pienso que si bueno es asistir y ayudar a las víctimas; sería mejor contribuir a erradicar las causas que le dan origen.
El Santo Padre manifestó su deseo de “que cuantos tienen responsabilidades de gobierno se esmeren con decisión en erradicar las causas de esta vergonzosa plaga, indigna de una sociedad civil”.
“¡Oro por ellos y sus familiares!”. Me siento comprometida, como lo deben estar cada uno de los cubanos en apoyar solidariamente a sus hermanos que constituyen una emigración ilegal incentivada por la injusta Ley de Ajuste Cubano que arriesgan sus vidas cuando se ponen a merced de las mafias traficantes de personas que operan en toda la región.
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