Luego de varios procesos electorales en la Asociación Nacional de Pilotos (ANP), sentí la necesidad de no aspirar más a una posición electiva dentro de la directiva, por dos razones: una por el agotamiento producido por un trabajo de 9 años ininterrumpidos en una lucha constante en favor de los pilotos aviadores y la Industria Aérea Dominicana; y la segunda, ante las amenazas por parte de sectores que obedecen al narcotráfico, para que no volviera a repostularme, ya que contaba con el apoyo suficiente para continuar al frente de la ANP.
Algunos individuos pensaron que mi interés de ocupar una posición en dicho gremio se debía algún beneficio en particular y no a mi vocación de servicio, que hoy en día a 7 años de haber salido sigo practicando en favor de las buenas causas de la Industria Aérea Dominicana.
Se montó una campaña asquerosa en contra de mi persona, como si la ANP fuera un partido político y que al conquistarla, ellos iban a tener beneficios, y ¡qué sorpresa se encontraron al ver que fue a puro sacrificio que se mantuvo el dinamismo durante ese tiempo, lo que permitió tener 354 miembros activos!
A finales del año 2010, próximo a las elecciones, un reconocido piloto aviador se me acercó para preguntarme sobre una posible postulación nuestra. Mi respuesta siempre fue la misma: NO, pero nunca me creyeron y seguían con su campaña de descredito orquestada desde la Dirección de Normas de Vuelo del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) en conjunto con los pilotos aviadores a fin a ese funcionario. Una tarde fui a la casa del reconocido piloto aviador donde me volvió a cuestionar si yo aspiraría de nuevo a dirigir la ANP respondiéndole lo mismo, aproveché y le hice la siguiente petición: por favor no permitan que el narcotráfico tome la dirección de la ANP., trataron de justificar, ya que sabían de lo que le hablaba y no me pusieron caso, y ésta ha sido una de las principales causas por la que la ANP hoy en día está en el suelo sin ningún tipo de actividad.
El malestar que ese sector vinculado al narcotráfico sentía por nuestras posiciones y denuncias constantes que realizábamos, les llevó a pasar por la pequeña oficina que en ese entonces tenía la ANP en el aeropuerto del Higüero en Santo Domingo Norte, donde me expresó que con mis denuncias cualquiera de ellos podía pagar US10, 000 para callarme, a lo que respondí: no es necesario que paguen tanto dinero, con tan sólo 1,500 pesos lo pueden hacer.
Los pilotos aviadores dominicanos podrían quejarse de nosotros por cuestiones como, no preparar muchas actividades festivas, pero nunca podrán quejarse de no haber realizado una gestión con actividades de formación, como la conferencia que nos dictó el Doctor Marino Vinicio Castillo, con el tema "Dólares, Drogas y Aviación", con una muy buena asistencia incluyendo miembros de ese selecto grupo de narcotraficante que hizo acto de presencia y tuvo la osadía de realizarle preguntas al Doctor Castillo.
Una anécdota curiosa fue la decisión que tomamos de manera voluntaria con los miembros de la directiva de ir al Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria y de la Aviación Civil (CESAC) a realizarnos el examen de drogas (antidoping), cosa que preocupó a un oficial de ese entonces y nos retuvo los resultados ya que no entendía qué nosotros pretendíamos hacer con los resultados. La verdad que no entendimos por qué la preocupación de este oficial si todos salimos negativos.
Sé que la gran mayoría de pilotos aviadores, técnico en mantenimiento, sobrecargo y personal de soporte anda en la vía correcta, aunque nunca se descarta de personal que son conquistados para actividades de tráfico de drogas, dólares y persona, al realizarle ofertas de US300,000 para realizar vuelos ilegales, pero éstos son los menos, aunque cuentan con gran apoyo de sectores de poder.
Los miembros de una institución no pueden permitir que sus directivos incurran en actividades ilícitas, como trafico arma, drogas, indocumentados, entre otras, ya que esto perjudica la gran mayoría de los miembros de la misma, tal como pasó con la ANP.
La Asociación Nacional de Pilotos (ANP) necesita de un cambio, que no se resuelve solo con unas elecciones. El problema va más allá de ésto, ya que requiere del esfuerzo y el trabajo de los buenos hombres y mujeres que viven de la aviación de manera correcta, que son los más.
El Aviador
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