Acento
La Habana, 14 dic (EFE).- El bloque de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba), encabezado por Cuba, Venezuela y Nicaragua, denunció este sábado en La Habana la «falsedad estadounidense» de atribuir responsabilidad a sus países miembros en las protestas populares de la región.
El rechazo a la «tergiversación vergonzosa de la realidad latinoamericana por Estados Unidos» fue hecho público en la declaración final de la XVII Cumbre del mecanismo, que llega a sus 15 años debilitado y busca unir fuerzas tras la salida de Ecuador y Bolivia.
La reunión, liderada por los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Nicaragua, Daniel Ortega, sirvió para concertar posiciones ante la «compleja situación» actual en Latinoamérica, amenazada por la «política agresiva e intervencionista» de EE.UU.
«Denunciamos la falsedad estadounidense de atribuir a miembros de esta Alianza la responsabilidad en la organización de las masivas protestas populares que se han extendido por la región, lo que persigue ocultar el fracaso de las gestiones de gobiernos neoliberales plegados a los requerimientos de Washington», insiste el texto, leído por el canciller cubano Bruno Rodríguez.
En los últimos meses se han producido en Chile y Ecuador manifestaciones de descontento popular en rechazo a medidas gubernamentales que encarecen el costo de la vida y reducen los beneficios sociales, movimientos con los que la Alba se solidariza.
Por el contrario, los miembros de la Alianza aseguran que detrás de las protestas opositoras en Nicaragua y Venezuela está la «injerencia» de EE.UU., que considera que estos dos países y Cuba conforman la «troika de la tiranía» y sus Gobiernos deben ser sustituidos.
Para el bloque bolivariano, la política actual seguida por la Administración del presidente Donald Trump «plantea desafíos que generan claras violaciones a los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional».
El mecanismo reiteró su solidaridad con Venezuela ante los «ataques imperialistas», su oposición al embargo estadounidense sobre Cuba, los «intentos desestabilizadores» en Nicaragua y condenaron «el golpe de Estado» contra Evo Morales en Bolivia, promovido también desde la Casa Blanca, según la Alba.
«Con el propósito de recuperar los espacios conquistados por gobiernos progresistas, el Gobierno de EE.UU, en contubernio con las oligarquías de la región, revive métodos que parecían superados en la historia de América Latina y aplica nuevas fórmulas de la llamada guerra no convencional», destaca el documento.
La Alba reúne, junto a Venezuela y Cuba, a Antigua y Barbuda, Dominica, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y San Cristóbal y Nieves.
Ecuador se retiró el año pasado debido a que el Gobierno del actual presidente Lenín Moreno no respalda la posición de la Alba frente a la crisis en Venezuela y las protestas en Nicaragua.
Bolivia lo hizo hace un mes por decisión del Ejecutivo interino que asumió el poder en ese país tras la renuncia de Evo Morales.
La XVII Cumbre de la Alba se celebró casi en su mayoría a puertas cerradas en una instalación oficial de protocolo ubicada en un exclusivo barrio residencial de La Habana.
La clausura será esta misma tarde, a las 19.00 hora local, en la escalinata de la Universidad de La Habana. EFE
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