Un tornado dejó la noche del jueves al viernes un rastro de devastación en el sureste de la República Checa. Solamente el hospital de Hodonin informa de alrededor de 200 heridos ingresados en sus plantas. «Desafortunadamente, podemos confirmar que hubo víctimas mortales, pero no estamos en condiciones de proporcionar su número exacto», informa esta mañana un portavoz. Es demasiado pronto para hacer estimaciones, ya que la gente sigue atrapada bajo los escombros de las casas derrumbadas. Los equipos de rescate no han dejado de trabajar en toda la noche. En varias aldeas se cubrieron techos, se destruyeron cristales de las ventanas, se volcaron árboles y los coches aparcados en la calle volaron por los aires, según informa el canal de televisión CT. «La situación es como de guerra», ha declarado el ministro de Sanidad, Adam Vojtech.
Varios autobuses volcaron durante la tormenta en el sur de Moravia, cerca de la frontera con Austria, que está siendo reforzada con equipos de bomberos, sanitarios y policías llegados desde otras regiones del país. Todas las fuerzas disponibles están de camino a la región, ha asegurado el ministro del Interior, Jan Hamacek. «Todo lo que tiene brazos y piernas va hacia allá en estos momentos».
Las primeras imágenes del embudo de aire girando a gran velocidad aparecieron en las redes sociales y el servicio meteorológico CHMU confirmó más tarde que se trataba de un tornado. Las comunidades de Hrusky, con casi 1.500 habitantes, y Moravska Nova Ves, con alrededor de 2.600, se vieron particularmente afectadas.
El vicealcalde de Hruskys ha declarado a la agencia CTK que la mitad del pueblo ha quedado arrasado y que os vecinos supervivientes retiran escombros tan rápido como pueden en busca de personas desaparecidas. «Solo quedan las paredes, sin techo, sin ventanas», ha descrito. Varios equipos de rescate con perros han llegado de madrugada a la zona para proseguir con la búsqueda. Los bomberos van de casa en casa.
«Hay un gran caos aquí, un gran pánico», relata un vecino en el municipio de Luzice al que ha entrevistado un reportero de CT. Se dice que muchas casas corren peligro de derrumbarse. La Policía bloquea las vías de acceso a varios lugares para mantener alejados a los curiosos. Los habitantes de Moravia del Sur, conocida por sus regiones vitivinícolas, han permanecido además incomunicados durante toda la noche. Las líneas de emergencia estaban sobrecargadas.
Granizos del tamaño de pelotas de tenis cayeron en los condados de Breclav y Hodonin. El castillo de Valtice, un edificio barroco del siglo XVII que es Patrimonio de la Humanidad, ha sufrido daños por valor de millones de euros. La autopista D2, que va de Brno a Breclav, no es todavía transitable porque una línea de alta tensión se ha caído sobre la calzada. Alrededor de 32.000 hogares se han quedado sin electricidad como consecuencia.
El gobierno de Praga prepara en estos momentos fuerzas del ejército para una misión de ayuda. Austria ha enviado a sus vecinos 20 ambulancias y dos helicópteros de rescate, además de otros efectivos enviados a la vecina Eslovaquia, que también ha precisado ayuda. El primer ministro checo, Andrej Babis, anunció que debido a la tormenta no podría regresar en avión desde Bruselas, donde asistía a una cumbre de la UE, y espera poder regresar esta mañana.
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