Por Alexis Rodríguez
La mañana del sábado 21 de diciembre del 2024 nos sorprendió con la mala noticia de la muerte de José Miguel Román (El Cafre) y Henry Andrés Almonte, quienes perdieron la vida en un aparatoso accidente automovilístico en la Autopista Duarte, en Cabirmota, La Vega.
Tuve la oportunidad de conocer en vida a ambas personas, y respetarles como profesionales de la locución, cada uno en su área, uno más destacado y conocido que el otro; pero igual dos excelentes seres humanos.
Siempre alegre, enérgico, simpático, positivo y apasionado, el negro Cafre, siempre expresaba *¡Esa es la actitud!* refiriéndose a cosas optimistas, motivadoras, que aportan a esta vida.
¡Esa es la actitud! La que todos debemos asumir con responsabilidad, con nuestra cabeza siempre en alto, dispuestos a disfrutar plenamente la vida como regalo de Dios. Poner de manifiesto el refrán que dice: "Al mal tiempo buena cara", "Si del cielo te caen limones has limonada", sabiendo que aún los problemas nos ayudan a madurar y avanzar hacia el propósito eterno de Dios.
El Cafre era un hombre temeroso de Dios, un hijo que procuró honrar a su madre doña Tala, su orgullo. Un hombre solidario, sin malicia, un muchacho grande, un apasionado que rompió esquemas en la animación, sirviendo de inspiración a otros locutores, como: Domingo Bautista, Michael Miguel Holguín, Nelson Javier (El Cocodrillo), Frederick Martínez (El Pachá), José Luis de León (El Vinil), Valentín Abreu y muchos más.
Un hombre de pueblo, que siempre vivió orgulloso de haber nacido y vivido en el populoso sector Los Pepines, tierra de otros grandes como: Johnny Pacheco, Yorgi Morel, Guillo Pérez, Raudy Torres, Víctor Víctor, Antonio Keka, Rafael Panchón Tejada, Juan Burgos, Socorro Castellanos, Guillermo Cordero, Patricia Pereyra, Winston Chilote Llenas, Ernesto Jerez, Frank Rodríguez, José Fabián, y otros muchos más.
Hoy, sólo nos resta recordarle con alegría, con dinamismo, con la chispa que caracterizaba a este hombre con edad acumulada como solía autodescribirse en los últimos años. ¡Esa es la actitud!
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