JARABACOA.- Esperanza Marte Victoriano es una heroína cotidiana. Con sus manos, ideas y la frente sudada, ha combatido la peor de las dictaduras: la pobreza. Junto a otras mujeres de Los Calabazos en Jarabacoa, sembró las raíces de un proyecto con patente y ¨poquito a poco¨ construyó una hidroelétrica y el acueducto que beneficia a toda la comunidad.
“Abriendo camino” como dicen en el campo, transita Esperanza con sus pupilas verdes que iluminan el sendero visitado por turistas canadienses, alemanes, estadounidenses y de otras nacionalidades.
“En el mes de agosto no nos quedó ni una hora vacía. Las cabañitas se llenaron con grupos de Inglaterra”, refiere la líder de la comunidad donde a una familia no paga más de cien pesos por 24 horas de electricidad. En Los Calabazos habitan 365 personas que no sufren apagones ni son multadas por los altísimos tarifarios de Edenorte, Edesur y Edeeste.
La gente de Jarabacoa celebra los 150 años del municipio. Allí, a lo lejos y de cerca, se divisan las tejas rojas y lujosas terrazas de las casas de veraneo de gente rica, personajes célebres y políticos dentro y fuera del poder.
Ajena a esas preocupaciones, vive Esperanza, la dama que presidiendo el Club de Madres Nueva Esperanza, fundó junto a otras mujeres el Complejo Ecoturístico Sonido del Yaque. El lugar es un camino de cabañitas de madera y camas confortables, vecinas del río que “conversa” a pocos metros de su cocina.
Mientras el sol seca los rolos de Mari Claire de la Cruz, la dama que sopla futuro en el campo, quien cita con alegría que en su casa tiene nevera, licuadora y calentador.
El Club de Madres donde antes militaban 18 mujeres, ahora es un colectivo de ventitrés. “Nos costó cuatro años convencer a los hombres”, confesó. “Ellos no confiaban en el proyecto, pero nosotras nos mantuvimos firmes”.
Contentísima porque la hidroeléctrica, fundada en el 2001, ilumina las 35 casas de Los Calabazos y las cabañas del Complejo Ecoturístico Sonido del Yaque, Esperanza Marte Victoriano no tiene pelos en la lengua para enfrentar a los políticos que llegan cada cuatro años. ¿Qué han hecho ustedes por nosotros? Es su saludo y bienvenida.
Para llegar a Sonido del Yaque hay que bajar un kilómetro de pinares, guineos y flores silvestres. En la cabeza de Esperanza está someter un proyecto a ver si puede construir una especie de Metro Cable ¨porque subir y bajar cansa¨. En lo que el hacha va y viene, muestra el lugar donde funcionará el sistema para convertir desechos en gas.
Teñida de castaño y con la sonrisa colgada eternamente en los labios, la líder de Los Calabazos no refleja frustración por no haber tenido el chance de estudiar.
Sus ideas compensan la orfandad alfabética y le han llevado tan lejos que pisó a Francia abanderada de sus iniciativas comunitarias. Sonido del Yaque es parte del Cluster Turístico de Jarabacoa, la organización fundada en el 2006 que trabaja para ¨lograr mayor producción y beneficios en la oferta turística, a la par de promover principios de rentabilidad, participación comunitaria y preservación del ambiente¨, según su director ejecutivo y pintor, Valentín Acosta.
El Salto IOtra iniciativa respaldada del Cluster de Jarabacoa es el Proyecto Ecoturístico El Gran Salto, ubicado camino a Constanza. Esta iniciativa consiste en recorrer el sendero rumbo a la cascada más alta del río Jimenoa.
Jóvenes e infantes son mayoría en la comunidad El Salto I. El camino tiene un kilómetro y quince metros. Al final está la cascada y la tentación de sumergirse en sus aguas. Se puede, en un espacio libre de la presión acuífera.
Miguelina Velóz, contadora del proyecto, informó que el modelo organizativo contempla un porciento del beneficio para obras comunitarias. Hace dos años comenzaron a trabajar en el lugar cuyas plantas señalizaron (anotando el origen y uso) y no descuidan la cosecha de ajíes.
La gente de El Salto I tiene muchas urgencias. Miguelina da cuenta de que la mayor es la carretera que está en pésimas condiciones. También necesitan una policlínica porque no hay dónde resolver las emergencias. El desempleo también carcome las arandelas de este lugar que tampoco tiene un templo para orar. Alemanes y estadounidenses encabezan la lista de visitantes.
La temporada más fuerte es noviembre-diciembre confía Miguelina, joven primeriza de veinte años. El interés de promocionarse les ha llevado a confeccionar rótulos que colgarán en diferentes espacios.
PROCARYM y la Corporación Alemana GTZ, han contribuído con la comunidad. La excursión interpretativa del sendero cuesta cien pesos a extranjeros y cincuenta a turistas nacionales. Incluye un guía, una botella de agua y parqueo vigilado. Información en 809-235-6829 y 809- 358-8588.
fuente,listin diario
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