SAN FRANCISCO DE MACORIS.- Treinta y un dominicanos perecieron en un frustrado viaje ilegal que partió del Noreste de la República Dominicana rumbo a la vecina isla de Puerto Rico hace más de una semana, afirmó este domingo un sobreviviente de esta tragedia, quien se encuentra internado en un hospital de las islas Turcas y Caicos.
En llamada telefónica a familiares suyos que residen en esta ciudad, Gregorio María Marizon confirmó que los muertos formaban parte de un grupo de 35 que salió de manera ilegal del municipio Sánchez, provincia Samaná, 245 kilómetros al noreste de la capital.
La embarcación perdió el rumbo debido a que se le terminó el combustible y fue a parar a las inmediaciones de las islas Turcas y Caicos, pero mientras estaban a la deriva los frustrados viajeros comenzaron a sufrir inanición y deshidratación, y a medida que iban muriendo sus cadáveres eran lanzados al mar, dijo Gregorio, de acuerdo al testimonio ofrecido en el paraje Guiza, de San Francisco de Macorís, por su hermano Ramón María Marizon.
Este último reveló que la embarcación con las 35 personas, entre ellas cuatro mujeres, salió desde Samaná el 19 de octubre y que cada de los viajeros pagaría RD$50 mil. Casi todos residía en el barrio San Martín, de San Francisco de Macorís, y en las localidades rurales de Guiza y Honduras, de la provincia Duarte.
Gregorio María Marizón, quien está internado en un hospital de Providenciales, la capital de las islas Turcas y Caicos, ha llamado dos veces a su familia en la República Dominicana, a la cual le comunicó que estuvieron varios días sin rumbo hasta que fueron rescatados por helicópteros del servicio de la Guardia Costera estadounidense.
Indicó que además de él permanecen internados en dicha isla otros tres sobrevivientes, cuyo estado es delicado. Un quinto rescatado fue una mujer que falleció en el centro de salud.
Familiares de varios desaparecidos erigieron altares y realizaron velatorios de los mismos porque los dieron por muertos.
Entre los fallecidos figuran María Altagracia Cornielle, de 39 años, quien dejó en la orfandad a dos niños; Ramón Matos, de 30 años; Narciso Amparo, de 34; Alex Flores, de 23; Germosén Germán Rodríguez, de 23 y Manuel María Marizón, de 32. Este último era hermano de Gregorio y Saulio, quienes sobrevivieron a la tragedia y están internados en islas Turcas y Caicos. Cada año cientos de dominicanos se lanzan al mar en pequeñas embarcaciones, muchas de ellas de fabricación casera, intentando llegar por el canal de la Mona a Puerto Rico.
Esta noticia se produce en momentos en que la opinión pública dominicana ha sido sacudida por otro caso de este tipo, el de una nave repleta de dominicanos que naufragó la víspera en un islote cercano a La Florida con saldo de tres personas muertas, ocho desaparecidas y 30 rescatadas. En total se presume que viajaban en la misma 42 emigrantes.
En llamada telefónica a familiares suyos que residen en esta ciudad, Gregorio María Marizon confirmó que los muertos formaban parte de un grupo de 35 que salió de manera ilegal del municipio Sánchez, provincia Samaná, 245 kilómetros al noreste de la capital.
La embarcación perdió el rumbo debido a que se le terminó el combustible y fue a parar a las inmediaciones de las islas Turcas y Caicos, pero mientras estaban a la deriva los frustrados viajeros comenzaron a sufrir inanición y deshidratación, y a medida que iban muriendo sus cadáveres eran lanzados al mar, dijo Gregorio, de acuerdo al testimonio ofrecido en el paraje Guiza, de San Francisco de Macorís, por su hermano Ramón María Marizon.
Este último reveló que la embarcación con las 35 personas, entre ellas cuatro mujeres, salió desde Samaná el 19 de octubre y que cada de los viajeros pagaría RD$50 mil. Casi todos residía en el barrio San Martín, de San Francisco de Macorís, y en las localidades rurales de Guiza y Honduras, de la provincia Duarte.
Gregorio María Marizón, quien está internado en un hospital de Providenciales, la capital de las islas Turcas y Caicos, ha llamado dos veces a su familia en la República Dominicana, a la cual le comunicó que estuvieron varios días sin rumbo hasta que fueron rescatados por helicópteros del servicio de la Guardia Costera estadounidense.
Indicó que además de él permanecen internados en dicha isla otros tres sobrevivientes, cuyo estado es delicado. Un quinto rescatado fue una mujer que falleció en el centro de salud.
Familiares de varios desaparecidos erigieron altares y realizaron velatorios de los mismos porque los dieron por muertos.
Entre los fallecidos figuran María Altagracia Cornielle, de 39 años, quien dejó en la orfandad a dos niños; Ramón Matos, de 30 años; Narciso Amparo, de 34; Alex Flores, de 23; Germosén Germán Rodríguez, de 23 y Manuel María Marizón, de 32. Este último era hermano de Gregorio y Saulio, quienes sobrevivieron a la tragedia y están internados en islas Turcas y Caicos. Cada año cientos de dominicanos se lanzan al mar en pequeñas embarcaciones, muchas de ellas de fabricación casera, intentando llegar por el canal de la Mona a Puerto Rico.
Esta noticia se produce en momentos en que la opinión pública dominicana ha sido sacudida por otro caso de este tipo, el de una nave repleta de dominicanos que naufragó la víspera en un islote cercano a La Florida con saldo de tres personas muertas, ocho desaparecidas y 30 rescatadas. En total se presume que viajaban en la misma 42 emigrantes.
almomento.net
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