Dajabón. Cientos de haitianos ilegales dirigidos por el padre Regino Martínez Bretón ocuparon el templo parroquial Nuestra Señora del Rosario de esta ciudad, como medida de presión para que el Gobierno les permita quedarse trabajando en el país.
A las 6:30 p.m. de ayer se realizó una misa en el templo, oficiada con altos parlantes, donde sacerdotes jesuitas de Haití y Brasil pronunciaban discursos contra el racismo y en rechazo a supuestas presiones que se ejercen contra haitianos en la frontera.
Miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront) y del Décimo Batallón de Infantería, dirigidos por los coroneles Atahualpa Valenzuela Domínguez y Pedro Abreu Mendoza, respectivamente, mantienen acordonado el lugar para evitar que el padre Martínez Bretón continúe, alegadamente, sacando ilegales en guaguas y transportándolos a diferentes pueblos del país.
El coronel Abreu Mendoza dijo que el sacerdote tenía permiso de la Dirección General de Migración para regresar desde Haití a la República Dominicana a 750 braceros haitianos, los cuales llegaron el pasado domingo.
El sacerdote fue acusado de burlarse de las autoridades, supuestamente aprovechando la gran cantidad de personas que participan en la feria comercial binacional en esta ciudad, para introducir a cientos al salón de liturgia, al patio, en la casa parroquial, al salón de cursillos y otros lugares del templo religioso.
Antes de los militares tomar el control de la situación, el padre Regino había sacado 15 guaguas llenas de haitianos, las cuales fueron interceptadas en los puestos de chequeo y devueltas a la frontera.
“Estas personas están en condiciones infrahumanas, porque no hay condiciones para pasar ahí un día completo”, indicó el sacerdote, quien dijo que en la iglesia hay hombres, mujeres y niños haitianos “en una situación precaria”.
Pidió que se aplique la ley de migración a nivel nacional “no solamente en el cruce de la frontera, porque las autoridades permiten que haitianos ilegales trabajen en la construcción, en trabajos de la Secretaría de Obras Públicas y en el Metro de Santo Domingo. Entonces, ellos sólo aplican la ley en el cruce de frontera”, señaló.
Dijo que en la iglesia hay 450 migrantes, y que en la parroquia de Juana Méndez se encontraban 150, que supuestamente fueron maltratados y repatriados anoche.
“Estos 450 haitianos que se encuentran en esta iglesia de Dajabón están organizados y trabajan en la agroindustria de la región Noroeste”, indicó el padre Regino.
Ofician misa en creole y en español
A las 7:30 p.m. de ayer, el padre Regino ofició una segunda misa en creole y español, en la que responsabilizó a las autoridades de Migración “de la hambruna que están sufriendo” los refugiados en la iglesia.
A las 6:30 p.m. de ayer se realizó una misa en el templo, oficiada con altos parlantes, donde sacerdotes jesuitas de Haití y Brasil pronunciaban discursos contra el racismo y en rechazo a supuestas presiones que se ejercen contra haitianos en la frontera.
Miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (Cesfront) y del Décimo Batallón de Infantería, dirigidos por los coroneles Atahualpa Valenzuela Domínguez y Pedro Abreu Mendoza, respectivamente, mantienen acordonado el lugar para evitar que el padre Martínez Bretón continúe, alegadamente, sacando ilegales en guaguas y transportándolos a diferentes pueblos del país.
El coronel Abreu Mendoza dijo que el sacerdote tenía permiso de la Dirección General de Migración para regresar desde Haití a la República Dominicana a 750 braceros haitianos, los cuales llegaron el pasado domingo.
El sacerdote fue acusado de burlarse de las autoridades, supuestamente aprovechando la gran cantidad de personas que participan en la feria comercial binacional en esta ciudad, para introducir a cientos al salón de liturgia, al patio, en la casa parroquial, al salón de cursillos y otros lugares del templo religioso.
Antes de los militares tomar el control de la situación, el padre Regino había sacado 15 guaguas llenas de haitianos, las cuales fueron interceptadas en los puestos de chequeo y devueltas a la frontera.
“Estas personas están en condiciones infrahumanas, porque no hay condiciones para pasar ahí un día completo”, indicó el sacerdote, quien dijo que en la iglesia hay hombres, mujeres y niños haitianos “en una situación precaria”.
Pidió que se aplique la ley de migración a nivel nacional “no solamente en el cruce de la frontera, porque las autoridades permiten que haitianos ilegales trabajen en la construcción, en trabajos de la Secretaría de Obras Públicas y en el Metro de Santo Domingo. Entonces, ellos sólo aplican la ley en el cruce de frontera”, señaló.
Dijo que en la iglesia hay 450 migrantes, y que en la parroquia de Juana Méndez se encontraban 150, que supuestamente fueron maltratados y repatriados anoche.
“Estos 450 haitianos que se encuentran en esta iglesia de Dajabón están organizados y trabajan en la agroindustria de la región Noroeste”, indicó el padre Regino.
Ofician misa en creole y en español
A las 7:30 p.m. de ayer, el padre Regino ofició una segunda misa en creole y español, en la que responsabilizó a las autoridades de Migración “de la hambruna que están sufriendo” los refugiados en la iglesia.
fuente, el caribe
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