Por Juan Isidro Inoa
Fuente, http://elcentineladigital.net/
Los aspirantes a la candidatura presidencial por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), están en la calle en busca de posesionar sus figuras de cara a la convención del año próximo.
En ese afán están de manera decididas el ex candidato presidencial Miguel Vargas Maldonado y el ex presidente Hipólito mejía.
Los demás son solo “cacareos” y “bultos” mediático que buscan cotizarse para en el futuro lograr una buena cuota al momento de discutir una alianza con Miguel o Hipólito.
En la actualidad, Miguel cuenta con una mayoría dentro de la alta dirigencia perredeísta, lo que lo hace poseedor de las estructuras del partido blanco. En cambio, Hipólito cuenta con una mayoría de la base lo que lo convierte en el más popular.
El hecho de ser uno el dueño de las estructuras y el otro el dueño de la base del partido convierte la lucha interna del PRD en una lucha interesante. Mientras uno muestra sus dirigentes el otro se alardea con baño de pueblo.
La fortaleza que al principio mostró el presidente del PRD ha ido disminuyendo poco a poco en la medida que el ex presidente Mejía va contactando dirigentes y pasando facturas a aquellos que en su gobierno recibieron favores.
Mientras más lejos es la convención mayor es la amenaza de triunfo de Mejía.
La sobriedad de Miguel y la dureza de su rostro lo colocan un poco distante de las base, de la gente con sabor a pueblo y por eso sólo se exhibe con los dirigentes llegando en ocasiones a presentarse con tantos de la capital que los de aquí tienes que sentarse como público.
Sin dudas que a la gente le gusta el show y de show Hipólito bien sabe montarlo. Tanto que en ocasiones se torna cansón. Pero lo monta.
Careciendo el PRD de un padrón electoral que le dé una idea de quienes son sus gentes, de nada valen los dirigentes a la hora de las votaciones. Y en unas elecciones abiertas como las que se pretenden hacer, donde todo el que quiera puede votar, los seguidores del hombre de Gurabo le llevan la milla a los de Miguel.
¿Incidirá los resultados del PRD en el escenario del PLD?
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