Fuente, http://www.cubadebate.cu/
En estas elecciones municipales que se desarrollan hoy en Venezuela, el proceso continuará siendo uno de los más seguro del mundo gracias a los diferentes controles que el Consejo Nacional Electoral (CNE) incorpora para garantizar la transparencia en los comicios.
En Venezuela el voto es voluntario y a pesar de eso, se ha llegado a una participación del 80% en alguna jornada electoral.
El sistema es el único en el mundo totalmente automatizado y tiene 14 medidas para auditar los resultados, situación que lo convierte estadísticamente como el más válido y fiable, y el que presenta un menor margen de error.
En Venezuela la transparencia es el factor principal del proceso electoral afirmado por los diferentes circuitos regulares de reclamo e impugnación de resultados, como en cualquier otro sistema electoral democrático.
Entre las medidas para la auditoria destacan, el control biométrico del voto. Para poder iniciar el proceso, el o la votante, debe colocar su pulgar derecho sobre un escáner que reconoce la huella digital y almacena esa información para poder, en caso de resultar seleccionado en auditoría, verificarse la información. Esta información no tiene ningúna relación entre el voto y la persona, para garantizar el secreto de sufragio. Esta medida es un elemento para garantizar, exclusivamente, el principio de: una persona un voto. Solo esta medida de seguridad elimina, casi totalmente, la posibilidad de votar dos veces y la del fraude o robo de identidad, por la incuestionable naturaleza única de cada huella dactilar.
El sistema de comprobante permite tener otros dos elementos de control y auditoria. El voto introducido de manera electrónica a través de una pantalla táctil, emite un comprobante de voto, físico en papel, que la persona debe verificar que coincide con la pantalla y que, posteriormente, se introduce en una urna. De esta manera se verifican entre sí esas dos informaciones ya que deben coincidir exactamente en una posterior verificación, la versión electrónica con la física.
Las máquinas son auditadas antes de empezar el proceso electoral, en presencia de los diferentes actores políticos, para verificar que cada uno de los elementos físicos, electrónicos e informáticos es ajustado y no hay ningún tipo de elemento fraudulento. Las máquinas son selladas después de la verificación para evitar que se puedan manipular. Todos los datos emitidos pueden ser identificados y verificados en auditoría.
El sistema electoral venezolano incorpora también el recuento del 54% de las urnas, en caliente, es decir, en el mismo día en que se celebra la jornada electoral se recuentan más de la mitad de las urnas físicas, verificando esa información con el contenido electrónico. Ese recuento es insólito en ningún otro país y da una solidez inmediata a los datos que el CNE hace públicos. Se proporciona de esta manera, una muestra más que suficiente para tener datos fiables. En las pasadas elecciones, después de la petición de la derecha de recuento del total de los sufragios, arrojó un error ínfimo de tan solo 0,01%, estadísticamente no significativo.
Como elemento más visible, al final del proceso, la persona sufragante moja su dedo meñique en tinta indeleble y queda visiblemente marcado. Esta acción impide cualquier tipo de manipulación inmediata, durante el propio proceso electoral, ya que lo llamativo de la tinta impediría cualquier tipo de fraude incluso antes de poder iniciar el proceso de manera fraudulenta. Este elemento es reforzante a todo el resto del proceso.
Los emisores de información también son verificados y sellados, tal y como se verifican y se sellan las máquinas de votación, garantizando la fiel y correcta transmisión de los datos en el proceso de envío.
Estos elementos de seguridad consiguieron deshacer los argumentos de la ultraderecha que, históricamente, ha tenido las elecciones como un momento clave para la desestabilización y el desconocimiento del orden constitucional.
(Tomado de Kaosenlared)
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