Wanda Lozano, mostrado parte de los trabajos de reciclaje. |
Humberto Adames
Fuente, Listin Diario
San Fernando de Motecristi, República Dominicana.- En las tierras de Montecristi, provincia dominicana conocida por sus emblemáticos monumentos naturales, nació Wanda Lozano, una joven que no ha conocido obstáculos para trascender como persona y, a la vez, trabajar a favor de una comunidad tranquila, pero olvidada por las autoridades gubernamentales.
Ante un estancamiento socioeconómico plasmado en cifras, el subdesarrollo, típico de las localidades fronterizas dominicanas, es palpable desde que se pisa Montecristi. Allí, Wanda, una joven comprometida con el progreso de la juventud de la provincia, ha apostado por involucrar adolescentes del lugar a un proyecto medioambiental que busca concienciarlos respecto a la importancia del reciclaje en una zona donde aún hay costas vírgenes.
Quisqueya También Recicla
Ese es el nombre del proyecto que dirige Lozano. Surgió luego de que ella, junto a otras cuatro emprendedoras de la provincia, fueran beneficiadas con el programa Jóvenes Embajadores de Centroamérica (CAYA 2015), que organiza la Dirección de Asuntos Educativos y Culturales del Departamento de Estado de los Estados Unidos, en conjunto con la embajada de ese país en República Dominicana.
Rosa Angélica Capellán, Vanessa Disla, Esmeralda Blanco, Lissette Sánchez y Wanda Lozano duraron 21 días en Estados Unidos, quienes, además de conocer sobre la cultura estadounidense, adquirieron conocimientos en diferentes áreas del saber. Al regresar al país, debían implementar un proyecto que involucrara a la comunidad.
Así surgió el proyecto, se decidieron por Quisqueya También Recicla, puesto que llegaron a la conclusión de que en los respectivos sectores donde residen hay graves problemas de contaminación ambiental, sobre todo, de desechos plásticos. Según nos manifestó Lozano, la problemática está afectando áreas como la agricultura, producción de sal y a las especies acuáticas tanto de ríos como de mares; actividades que sustentan la economía del sitio.
El proyecto involucra a más de 150 jóvenes estudiantes de las comunidades San Fernando, Manzanillo, Judea Nueva y Batey Maguaca de esa provincia; por medio de esa iniciativa los educan sobre el tema y, de esta forma, los motivan a ser agentes multiplicadores en sus respectivas localidades, enseñándoles a los demás a rehusar los desechos plásticos y, posteriormente, convertirlos en obras de arte o material educativo que les genere ingresos económicos.
Lozano dijo que desde que empezaron a trabajar, ha visto cómo los muchachos en vez de tirar la basura al suelo, ahora la reciclan. “A veces no se necesita dinero, sino educar”, añadió la líder comunitaria.
El programa tiene una fecha para finalizar. En su última etapa, harán una exposición fija en la que se exhibirá una casa ecológica, materiales educativos, murales con mensajes de protección del medioambiente y prevención de enfermedades.
Cuidado del medio ambiente.
“Me considero una líder comunitaria; en Estados Unidos yo era una esponja”, sostuvo Lozano. De acuerdo a sus declaraciones, cada idea o proyecto que veía o aprendía, pues lo relacionaba o buscaba la forma para implementarlo en Montecristi. Luego de que regresaron a República Dominicana, la Embajada de Estados Unidos les donó 500 dólares, y con ese capital implementaron Quisqueya También Recicla.
La provincia Montecristi es considerada el quinto polo turístico de República Dominicana; además, es productora de sal, y allí se práctica la pesca comercial. No obstante, debido al alto grado de contaminación presente en la zona, estas actividades han ido desapareciendo.
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