SANTO DOMINGO (Rep. Dominicana).-El Gobierno dispuso las evacuaciones de hasta medio millón de personas a casas de familiares y amigos, así como a albergues del Estado como medidas preventivas ante los efectos del huracán Matthew.
“Se espera que en este mismo día, en las provincias más vulnerables se desplacen hasta 500,000 personas, bien a las viviendas de familiares, bien a los albergues con que cuenta el Estado”, informó el Gobierno durante una rueda de prensa encabezada por el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, después de encabezar una reunión con los organismos y agencias estatales.
“Estamos ante un fenómeno natural cuyos efectos no pueden ser minimizados”, advirtió Montalvo.
“Contamos con un total de 3,261 albergues con capacidad para más de 825 mil personas, que están siendo preparados por Defensa Civil”, dijo Montalvo.
Anunció que el Gobierno dispuso la suspensión de la docencia en el Distrito Nacional y 24 provincias que se encuentran tanto en alerta roja como en alerta amarilla.
Las provincias son: Azua, San José de Ocoa, San Juan de la Maguana, Pedernales, Barahona, Independencia, Dajabón, Monte Cristi, Bahoruco, Elías Piña, San Cristóbal, Peravia, Santiago Rodríguez, Puerto Plata, Valverde, Monte Plata, Espaillat, Duarte, María Trinidad Sánchez, Santiago, Sánchez Ramírez, Monseñor Nouel, La Vega y Santo Domingo.
“A las áreas en alerta roja ya se están trasladando 25,000 raciones de comida y se han hechos llegar 12 cocinas móviles a las áreas más vulnerables”, informó el Gobierno.
El Gobierno informó que desplegó a los miembros de la Policía Nacional y el Ejército para proteger los bienes de los desplazados.
“Estamos ante un fenómeno natural cuyos efectos no pueden ser minimizados”, advirtió Montalvo.
De su lado, Gloria Ceballos, directora de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), indicó que el huracán Matthew, categoría 4, va a generar acumulados de lluvias importantes.
Ceballos recordó que el fenómeno se desplaza a unos 6 kilómetros por hora; “o sea es un desplazamiento muy lento” y lo comparó con la tormenta Noel por la lentitud de su trayectoria y por la peligrosidad de sus aguaceros.
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