Médicos cubanos fueron a Italia en marzo, en el auge del avance de la pandemia en el país europeo - Foto: Yamil Lage/AFP
Iniciativa pretende condecorar profesionales del Contingente Henry Reeve que actúan contra covid-19 en diferentes paise,
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La solidaridad de los médicos cubanos, una vez más, es destacada internacionalmente. En medio de la pandemia del nuevo coronavirus, 1.800 profesionales de salud fueron enviados a decenas de países. En respuesta, cada día se fortalece una campaña para que los médicos reciban el Premio Nobel de la Paz en 2020.
Lanzada por la organización francesa Cuba Linda y por el Comité Francia-Cuba, la iniciativa propone el reconocimiento a las brigadas médicas cubanas del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, que hoy están atendiendo víctimas de la covid-19 en Venezuela, Nicaragua, Surinam, Jamaica, Haití, Italia, España, entre otras naciones. Son 21 grupos esparcidos en diversos continentes.
Creado en septiembre de 2005 por Fidel Castro, el Contingente ya salvó miles de vidas en países asolados por terremotos, huracanes y epidemias en diferentes regiones de África, América Latina, Caribe y Asia.
Sus brigadas actuaron, por ejemplo, para atender víctimas de ébola en África Occidental en 2014 y 2015. En reconocimiento al trabajo de los profesionales, el Contingente Henry Reeve recibió el Premio Doctor Lee Jong-Wook 2017 de Salud Pública, entregado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La campaña que busca homenajear a los médicos por el combate a la covid-19 logró el apoyo de 20 organizaciones europeas la semana pasada.
Entre ellas, el Grupo de Apoyo a Cuba en Irlanda, el Comité Comunista de Cataluña, la Asociación Nacional Italiana de Amistad Italia-Cuba, la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí, de España, y el Comité internacional Paz, Justicia y Dignidad para los Pueblos.
Además de Cuba Linda, otras organizaciones francesas se adhirieron a la campaña por el Nobel, como el Círculo Bolivariano de Paris, la Unión Departamental de la Confederación General Francesa del Trabajo de Bocas del Rhone y el Partido Comunista Revolucionario Francés.
La iniciativa también recibió el apoyo del Comité de Solidaridad con Lula de Paris y de la célula parisina del Partido de los Trabajadores.
Médicos cubanos que están hace dos meses en Italia actuando en el Hospital Maggiore de Crema, sudeste de Milán / Foto: Miguel Medina/AFP
Para Daniela Brosco, médica de la familia y la comunidad que trabaja en la Clínica de la Familia Dr. Albert Sabin, en la favela Rocinha, en Rio de Janeiro, una nominación de las brigadas médicas cubanas al Nobel de la Paz es más que merecida.
Formada por la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), la mayor escuela internacional de Medicina en Cuba, la profesional destaca los éxitos del modelo cubano de salud.
“Lo que hace que la medicina cubana sea tan famosa y admirada es la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud, para que se ofrezca una calidad de vida mejor a las personas, evitar que se enfermen y que, si sucede, se ofrezca tratamiento de la manera más rápida y efectiva posible”, dice Brosco.
Ella cuenta que a los médicos que estudian en la Isla se les enseña a evaluar a los pacientes de una manera biopsicosocial, o sea, siempre considerando los aspectos físicos, psicológicos y sociales. Se distribuye a los profesionales por todas las regiones del país, lo que asegura que toda la población, sin excepción, tenga garantizado el acceso a la salud.
“A todos los alumnos se les enseña a tener un sólo compromiso. Volver a sus lugares de origen y atender a las poblaciones vulnerables. Existe un déficit de 7 millones de médicos en el mundo y la mayoría trabajan en lugares urbanizados.
La idea del proyecto de la ELAM es que los estudiantes receban el curso totalmente gratis, pero que vuelvan a sus países para trabajar con las poblaciones más necesitadas”, explica.
Trabajando también en el Hospital de Campaña del Maracaná, construido para atender a los cariocas infectados por el nuevo coronavirus, Brosco resalta la importancia mundial de la atención de los brigadistas durante esta pandemia y en otros momentos de crisis sanitaria.
“Ellos merecen el Nobel debido a su actuación generosa, solidaria y combativa en tantos años de historia después de la revolución. Los médicos, hasta hoy, ya hicieron más de 600 mil misiones por diversos países del mundo. ¿Que otro país envió médicos para hacer tantas misiones? Cuba, con pocos recursos, contribuyó de manera solidaria para atender personas que nunca habían tenido atención médica”, afirma la médica de la familia, ejemplificando con el caso del propio Brasil.
Antes del programa Más Médicos, más de 700 municipios brasileños no poseían médicos para la atención local.
“No hay duda de que esos médicos que se alejan de su país para trabajar en lugares remotos no van por dinero, porque no es esa la cuestión, y dan lo mejor, son la expresión máxima de lo que representa la medicina. El cuidado del otro. Es ser solidario”, complementa.
Persecución
Pedro Monzón, Cónsul General de Cuba en São Paulo, denuncia que incluso en medio de la pandemia, los Estados Unidos y otros países alineados al imperialismo siguen difamando la atuación de los médicos cubanos.
Según el diplomático, la intervención estadounidense afectó la colaboración en diversos países de América Latina, por ejemplo en Bolivia y en Brasil con Jair Bolsonaro, que ya criticó a los profesionales innumerables veces, motivando la retirada de los cubanos del programa Más Médicos después su elección.
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“Ahora, con la pandemia, en lugar de relajarse, renunciar o eliminar esa campaña contra la cooperación médica cubana, la están haciendo de forma más intensa, más fuerte. El gobierno de Estados Unidos habló con países que solicitaron la ayuda de Cuba, para evitar que contraten o hagan convenios para la participación de médicos cubanos para el control de la pandemia. Eso es un crimen”, afirma Monzón.
Conforme defiende el cónsul, entregar el premio Nobel al Contingente Henry Reeve, que protagoniza una larga historia de cooperación internacional, puede ayudar a frenar las acciones persecutorias de los Estados Unidos y perpetuar su legado.
“Entregarles el premio Nobel ayudaría a estimular que otros países y instituciones hagan algo similar. Que sean solidarios, que ayuden fraternamente otros países del mundo sin poner condiciones ideológicas, políticas o económicas. Eso es fundamental”.
“Dar el premio Nobel al Contingente Henry Reeve es una acción en nombre de la humanidad. Al darles ese premio, estarían premiando un gesto, una actitud, una política de fraternidad que no se subordina al mercado, al dinero, sino que se subordina a la consciencia humana, a los valores”, añade.
Monzón dice también que la campaña por el Nobel para los brigadistas cubanos es una forma de mostrar que todos los profesionales que participan en el proyecto, “lo hacen voluntariamente, por vocación, por convicción, por compromiso con la humanidad.”
“Decir que los médicos cubanos son esclavos es una aberración, una gran mentira. Decir que los médicos humanos forman guerrilleros, practican o forman terroristas, es una gran mentira. Una mentira deliberada que pretende frenar la ayuda que Cuba ofrece al mundo”.
A pesar de las críticas de Bolsonaro, ante de la crisis del sistema de salud brasileño, el gobierno reclutó 150 médicos cubanos en medio de la pandemia. Los médicos que permanecieron en Brasil, después de que la mayoría de los profesionales retornaron a Cuba a finales de 2018, recibieron una nueva licencia del Ministerio de Salud para ejercer la profesión.
Otro modelo
Mientras que en Brasil y en los Estados Unidos el número de infectados por el nuevo coronavirus crece exponencialmente, la Isla es citada como un ejemplo exitoso de combate a la pandemia.
Según monitoreo de la Universidad Johns Hopkins, hasta el momento existen 1.983 personas infectadas por la covid-19 y 82 víctimas fatales en Cuba.
Recientemente el gobierno anunció que el uso de los medicamentos producidos por la industria de biotecnología cubana están reduciendo la inflamación en pacientes positivos para el nuevo coronavirus en estado grave.
Las autoridades de salud del país afirman que los tratamientos experimentales ayudaron a alcanzar una tasa general de muertes de 4,2%. El índice es bajo en comparación con las medias regionales y globales de 5,9% y 6,6%, respectivamente.
De acuerdo con el gobierno cubano, una de esas drogas es el Itolizumab, un anticuerpo monoclonal creado en el Centro de Inmunología Molecular (CIM) usado en el tratamiento de linfomas y leucemias. El otro es un péptido que estaba siendo utilizado en ensayos clínicos en pacientes con artritis reumatoide.
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Mientras tanto, a pesar de las señales positivas, los cientistas cubanos alertan que todavía son necesarios grandes estudios controlados por placebo para asegurar la seguridad y eficacia de los medicamentos.
En Rio de Janeiro, trabajando directamente con víctimas de la covid-19, Daniela Brosco carga consigo todos los aprendizajes conquistados en la Isla, que van mucho más allá del mundo académico. “Una de las cosas que escuchábamos más y que Fidel solía decir, es que Cuba forma médicos de ciencia y de consciencia. Eso nunca lo voy a olvidar”.
Admiración global
CodePink, una organización internacional que denuncia abusos de los Estados Unidos y activa en la defensa de la paz y de la justicia social, también está realizando recogiendo firmas a favor de este honor para los médicos cubanos. Hasta el momento, se recogieron casi cinco mil firmas.
Según Jodie Evans, cofundadora de CodePink, la ONG lidera una campaña llamada “A Good Neighbor Policy” [Una política de buena vecindad], que se posiciona contra la violencia de los gobiernos estadounidenses contra América Latina. Y, para ella, el Contingente Henry Reeve es un ejemplo de como “ser un buen vecino para todo el mundo”.
“Los médicos cubanos ya estuvieron en más lugares que las organizaciones de salud mundiales, pero nadie habla sobre eso. Y nadie habla por causa de las horribles sanciones de los Estados Unidos que colocan la bota en la garganta de Cuba sin ninguna razón”, critica la activista.
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Evans subraya su admiración por los médicos que están en campo en este momento de la pandemia, mientras muchos están aislados. “Tenemos un ejemplo de la belleza de ese país, de estos médicos, de lo que hacen y de como se dan. De la vida que ellos salvan, entendiendo sobre el virus y actuando para derrotarlo. Es eso lo que necesitamos en el mundo hoy. Los médicos cubanos son el ejemplo del porqué y para quien se creó el Nobel de la Paz”.
La expectativa de la organización es que el documento para recoger firmas circule por todo el mundo. “Estoy recogiendo firmas y nadie dice que no. Es tan obvio y verdadero. La actuación de los médicos cubanos muestra el mundo en el que queremos vivir. Un mundo gentil y generoso. Y la construcción de un mundo de paz y colectividad, donde en vez de guerras y armas, celebramos el cuidado, el compañerismo y la gentileza”, elogia Evans.
Brasil de Fato
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