Un personal de salud realiza una prueba PCR para detectar el coronavirus. (EFE/JEAN MARC HERVÉ ABELARD/ARCHIVO)
El país ha registrado desde marzo solo 9,999 contagios y 236 fallecimientos por la enfermedad
Hasta ahora relativamente al margen de la pandemia, Haití está registrando un aumento de casos de COVID-19 tras la llegada por vacaciones de ciudadanos de la diáspora, mientras no se espera que el país inicie una campaña de vacunación hasta dentro de varios meses.
“El aumento que notamos afecta principalmente a la población que puede permitirse viajar, a la población más acomodada, en particular a los jóvenes que vienen con mayor frecuencia de Florida y que contaminan a sus padres y abuelos aquí”, dijo a la AFP William Pape, especialista haitiano en enfermedades infecciosas.
A pesar de la crisis sanitaria, los tradicionales grandes conciertos de fin de año se suceden todas las noches en la capital haitiana, reuniendo a cientos de personas que generalmente no respetan las medidas de prevención.
El bajo impacto de la epidemia en Haití es la buena nueva del año para un país sumido en una profunda crisis sociopolítica y enfrentado a un aumento de los secuestros por rescate perpetrados por bandas armadas.
Sin embargo, debido a la escasa cantidad de pruebas realizadas, es probable que las estadísticas oficiales sobre la pandemia sean muy inferiores a la realidad.
De acuerdo a esos datos, Haití ha registrado desde marzo solo 9,999 contagios y 236 fallecimientos por COVID-19.
Si bien el país es parte de la iniciativa Covax, desarrollada por la OMS para permitir que 92 países de bajos y medianos ingresos accedan a las vacunas, pasarán varios meses antes de que comience una campaña en Haití.
De acuerdo con el gobierno, el programa Covax permitirá inmunizar al 20 % de la población haitiana, es decir, 2.5 millones de personas.
“El gobierno aún no ha tomado una decisión sobre el tipo de vacuna que validará para que podamos comprarlas. Tomará unas semanas más, si no unos meses, pero tendrá un impacto”, explicó a la AFP Bruno Maes, representante de Unicef en Haití.
“No solo está la vacuna, sino también las jeringas y todo el equipo necesario, incluida la finalización de la cadena de frío en el país y también necesitaremos efectivos para establecer un plan logístico: el país es montañoso, la población se encuentra dispersa en todos los departamentos”, explicó.
Como las dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech requieren un almacenamiento a -70 °C, la comunidad científica haitiana espera opciones adaptadas a las limitaciones de un país pobre con clima tropical.
“Lo mejor para nosotros sería una vacuna que se pueda almacenar a temperatura ambiente como la vacuna contra el cólera e idealmente una vacuna que solo necesite una dosis”, señaló Pape.
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