Por Víctor Pérez-Galdós Ortizpor/Radio Cubana
Nacido en la Argentina el 14 de junio de 1928, Ernesto Guevara de la Serna, llegó a ser con el decursar de su breve pero fecunda existencia un hombre que sobresalió como combatiente revolucionario y además por los principios que expuso y sobre todo por actuar en plena correspondencia con lo que planteara al respecto.
No sólo con discursos y conferencias, sino también con el empleo de la palabra a través de los medios de difusión el Che también evidenció la importancia que le atribuyó al combate que era necesario librar con la fuerza de las ideas.
Ya desde la etapa de la lucha de liberación en Cuba él se preocupó por contar con medios que contribuyeran a explicarle al pueblo los objetivos por los cuáles se luchaba y también a difundir la verdad acerca de cómo se desarrollaba la guerra en contraposición con los falsos partes que emitía el régimen dictatorial.
Por ejemplo en el segundo semestre de 1957 el Che creó en la Sierra Maestra un boletín al que denominó “El Cubano Libre”
Precisamente en el primer número del citado boletín se hizo constar que cuando Cuba estaba en los albores de su existencia como nación independiente, durante la lucha por la independencia en el siglo XIX, se había creado un periódico de similar nombre.
Al detallar cómo y por qué había decidido editar, durante la nueva etapa de la lucha en Cuba, un boletín con similar nombre al utilizado con antelación, el Che señaló: “En cuanto a la difusión de nuestras ideas, primero creamos un pequeño periódico llamado El Cubano Libre, en recordación de los héroes de la manigua, del cual salieron tres ó cuatro números bajo nuestra dirección…”
Y en la etapa inicial del siguiente año gracias al apoyo decidido del Che, y desde su campamento en la Sierra Maestra, comenzó a trasmitir en forma sistemática Radio Rebelde, emisora que con el decursar de los meses siguientes desempeñó un papel de extraordinaria trascendencia en la batalla contra la tiranía batistiana.
Con respecto a la importancia que le concedió el Che a la entrada en funcionamiento y el posterior desarrollo de Radio Rebelde, él hizo el siguiente comentario en uno de los trabajos que elaboró años después de haberse producido el triunfo de la Revolución en que rememoró sus vivencias de la etapa de la lucha revolucionaria en Cuba.
El Che expuso:
“Las primeras transmisiones formales se realizaron en los días de febrero del año 1958 y los únicos oyentes que tuvimos fueron Pelencho, un campesino cuyo bohío estaba situado en la loma de enfrente a la planta y Fidel, que estaba de visita en nuestro campamento preparando las condiciones para atacar Pino del Agua, y escuchó la trasmisión de nuestro receptor. Paulatinamente fue mejorando la calidad técnica de las emisiones, pasando entonces a la columna 1, siendo una de las estaciones de más rating de Cuba al finalizar la campaña en diciembre de 1958. ”
Tras el triunfo de la Revolución el Che siguió dándole un gran valor a todo lo referido con la divulgación de las ideas a través de diferentes medios de difusión. Él no sólo apoyó la creación de importantes medios, como fueron la revista “Verde Olivo”, y la agencia Prensa Latina, sino que también contribuyó de modo directo a la educación política del pueblo cubano, y la divulgación de la realidad cubana hacia el exterior, al escribir para la citada revista y para otras publicaciones de difusión hacia el extranjero.
Uno de los primeros trabajos del Che divulgados por una publicación extranjera fue la serie de tres materiales reflejados en la revista brasileña O Cruceiro, de Rio de Janeiro, en las ediciones correspondientes al 16 de junio, primero y 16 de julio respectivamente.
En ese mismo año de 1959 el Che empezó a publicar algunos trabajos en la revista “Verde Olivo”, en los que ofreció detalles acerca de una gira que había realizado por varios países asiáticos y árabes y posteriormente también en esta publicación aparecieron los materiales en los que hizo referencia a aspectos de la lucha revolucionaria en Cuba, así como otros en los que se trataron temas de carácter internacional.
Igualmente en «Verde Olivo» publicó otros trabajos de gran trascendencia, como el titulado Notas para el estudio de la ideología de la Revolución Cubana, reflejado el 8 de octubre de 1960, en el que hizo referencia a las características políticas e ideológicas del proceso revolucionario cubano en esos instantes.
El Che también trató en sus trabajos para «Verde Olivo» y para distintas publicaciones temas diversos, tanto de carácter político como de la situación económica a nivel internacional.
Tales son los casos de sus trabajos titulados América desde el balcón afroasiático, Cuba ¿excepción histórica o vanguardia en la lucha contra el colonialismo, Soberanía política e independencia económica, Táctica y estrategia de la Revolución latinoamericana, por citar tan sólo varios a manera de ejemplo.
Igualmente analizó en los materiales que elaboró el asunto de la lucha contra el burocratismo, el papel del cuadro como columna vertebral de la revolución, la banca, el crédito y el socialismo y el significado de la planificación socialista.
Durante su etapa de Ministro de Industrias creó en ese organismo una revista titulada Nuestra Industria en la que incluyó trabajos referidos, entre otros temas, a los costos, la concepción del valor y el sistema presupuestario de financiamiento y en relación con Cuba, su economía, su comercio exterior y su significado en el mundo.
El Che en Televisión
El Che además utilizó la televisión para exponer consideraciones relacionadas con aspectos de gran trascendencia en el plano nacional e internacional puesto que participó e impartió conferencias en varios programas.
Por ejemplo el 20 de marzo de 1960 impartió la conferencia inaugural del programa de televisión identificado como “Universidad Popular”, y como reflejo de su sencillez en su modo de actuar señaló en la parte inicial de su intervención:
“Nosotros como soldados de la Revolución vamos directamente a hacer la tarea que el deber nos impone y muchas veces tenemos que estar realizando algunas para las que no tenemos la capacitación ideal por lo menos. Quizá ésta sea una de esas tareas, revertir en palabras fáciles, en conceptos que todo el mundo conozca y entienda, la enorme importancia que tiene el tema de la soberanía política y de la independencia económica y explicar, además, la unión estrechísima entre estos dos términos.”
Indudablemente que el Che con el apoyo resuelto que dio, tanto durante la lucha revolucionaria como posterior a la victoria del primero de enero de 1959, a la creación de importantes medios de difusión y con su colaboración directa al escribir para distintas publicaciones y también participar en conferencias en programas de televisión demostró el gran valor que le confería al hecho de propiciar la divulgación de las ideas y principios de la Revolución y lo importante que ello resultaba para la educación política del pueblo cubano y además para que otros pueblos del mundo pudieran tener un conocimiento cabal de la realidad cubana.
Che Guevara en los nuevos tiempos
Hasta casi la última etapa de su vida estuvo escribiendo y prueba de ello son los trabajos que elaboró y que tituló El Socialismo y el hombre en Cuba, publicado el 12 de marzo de 1965 en el semanario Marcha de Uruguay, y el Mensaje a los pueblos del mundo, que envió a través de la Organización de Solidaridad con los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAAL) en el que destaca la necesidad de los pueblos de luchar para liberarse de la enajenante explotación colonial y neocolonial.
Precisamente fue en ese último trabajo que el Che Guevara elaboró, difundido en Cuba el 16 de abril de 1967, el Che igualmente aseguró:
“Si a nosotros, los que en un pequeño punto del mapa del mundo cumplimos el deber que preconizamos y ponemos a disposición de la lucha este poco que nos es permitido dar: nuestras vidas, nuestro sacrificio, nos toca alguno de estos días lanzar el último suspiro sobre cualquier tierra, ya nuestra, regada con nuestra sangre, sépase que hemos medido el alcance de nuestros actos y que no nos consideramos nada más que elementos en el gran ejército del proletariado, pero nos sentimos orgullosos de haber aprendido de la revolución cubana y de su gran dirigente máximo la gran lección que emana de su actitud en esta parte del mundo: qué importan los peligros o sacrificios de un hombre o de un pueblo, cuando está en juego el destino de la humanidad.”
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