Al respecto, la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, ordenó una investigación debido al trato que dieron los miembros de la patrulla policial.
La fiscal de La Romana Carol Morla Rodríguez, quien denunció a seis agentes policiales al considerarse agredida, tras ser apresada y esposada, explicó a los agentes que regresaba de una asignación como Ministerio Público. Además, que el vehículo en que viajaba, el cual no tenía placa, fue asignado por la fiscalía.
De acuerdo al documento preliminar donde se narra lo ocurrido en la noche del pasado jueves 15, alrededor de las 11:00 de la noche, los agentes actuante ignoraron, en todo momento, a la funcionaria mientras se identificaba.
Según lo expuesto, la fiscal se encontraba parada en el semáforo de la calle ubicada frente a la Basílica de Higüey, próximo a la esquina Libertad, y se dirigía a su residencia después del trabajo.
Agregó que una patrulla policial le hizo cambio de luces y por el parlante le indicó que se parara, por lo que se orilló, y que posteriormente los policías masculinos, que viajaban en la parte de atrás de la patrulla tipo camioneta, portando armas de fuego (largas y cortas), la encañonaron.
Se indica que en ese momento la fiscal procedió a vociferar: “¡Soy Ministerio Público!”, a lo que los policías respondieron de manera “agresiva e intimidante”, que eso no le daba derecho a andar a esa hora en el vehículo sin placa.
Morla Rodríguez dijo que venía de su trabajo, cansada, y que el vehículo no tenía placa porque era uno designado por la fiscalía. Sin embargo, los policías continuaron apuntándole con las armas de fuego, ocasionando que se desmontara del vehículo con su documentación en la mano para mostrarla al oficial que le estaba hablando.
Asimismo, declaró que luego de eso, el policía le dijo que eso no importaba, que estaba detenida.
La funcionaria indicó que debido al ambiente agresivo y la situación emocional optó por decirles a los policías que no era la forma de abordarla y que se iba a dirigir al cuartel de la Policía, esperando recibir allí el trato adecuado, por lo que rápidamente se montó en el vehículo y se dirigió al cuartel policial.
Fue allí que luego de parquear frente al cuartel, en interés de hablar con los superiores, ante la sorpresa suya, fue humillada y esposada por los agentes, quienes trataron de trasladarla en calidad de detenida a una cárcel de la ciudad.
Listín Diario
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